Rosales hizo uso de su derecho a guardar silencio. El clan familiar declaró y se desligó del crimen, menos Barrera. Mediante videoconferencia, el hombre confesó haber cometido el asesinato de Diego Aliaga. Palabras más palabras menos, dijo que el asesinato ocurrió en la propiedad en Rodeo de la Cruz el 28 de julio porque "se le fue de las manos" y termimó quitandolé la vida. Además, desvinculó al resto de su familia, aseguró que no sabía dónde estaba enterrado el cuerpo y le pidió perdón a la familia del empresario secuestrado.
Fuentes judiciales detallaron que cuando se resuelva qué juez seguirá en la causa es probable que Barrera amplíe su declaración
Si bien técnicamente esta es la única declaración valida en el expediente, Barrera ya había aportado su testimonio antes de ser sospechoso, cuando recién se conocía el caso del empresario secuestrado. En esa ocasión, arrojó una serie de hipótesis sobre el paradero de Diego Aliaga y hasta manifestó que el hombre coimeaba a jueces federales.
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Diego Aliaga. El caso que investiga su muerte ahora lo tiene la Justicia Provincial.
Empresario secuestrado
El 28 de julio pasado, Diego Aliaga salió de su casa ubicada en el barrio Palmares a bordo de una camioneta que le había prestado un vecino. Según los datos que recabaron los pesquisas, el hombre se iba a reunir con su socio Diego Barrera en una propiedad ubicada en Rodeo de la Cruz pero nunca volvió. Al día siguiente, Gonzalo, hermano de Diego Aliaga, recibe un llamado extorsivo en la que le pidieron un millón de dólares como rescate pero los supuestos secuestradores nunca volvieron a llamar.
Con el avance del caso Aliaga las pruebas apuntaron contra Barrera, su pareja Bibiana Sacolle, sus hijos Lucas y Gastón Curi, y un empleado de la familia, Yamil Rosales. Todos están imputados por secuestro extorsivo seguido de muerte agravado por la participación de dos o más personas. Arriesgan prisión perpetua como única pena.