Asesinó y desmembró a su ex pareja, le arrancó los ojos pero recibió un polémico beneficio
Un femicida que cumple prisión perpetua por asesinar, demembrar y sacarle los ojos a su ex pareja, fue benefiado por la Justicia con salidas transitorias
Ante esta situación, el homicidio que sacudió a Tucumán hace 18 años sigue siendo un tema de fuerte repercusión en la provincia. El crimen ocurrió en 2007 en un hotel de San Miguel de Tucumán y sigue en la memoria de la gente por la brutalidad y ensañamiento del asesino.
Pablo Amín fue el protagonista del brutal episodio en la madrugada del 27 de octubre al asesinar a su ex pareja María Marta Arias en un hotel de la capital tucumana, donde habían llegado, según se indicó, por cuestiones laborales. Llevaban solo tres meses de casados.
De acuerdo fuentes de la investigación, Amín estranguló a la mujer en una situación de violenta extrema, mutiló su cuerpo y le arrancó los ojos en una habitación del lugar. Pero lo aterrador del caso no terminó ahí, porque el asesino fue encontrado semi desnudo y en evidente estado de confusión, arrastrando el cuerpo de su ex pareja por las escaleras del hotel.
Una vez detenido y juzgado, Amín fue condenado a prisión perpetua en la penitenciaría de Villa Urquiza, donde se convirtió en un referente para el resto de los internos y hasta se casó dentro de la cárcel. Cuando aún no ha cumplido 18 años de prisión, el asesino ha sido beneficiado recientemente por la Justicia tucumana que le permite salir dos veces al mes por un lapso máximo de tres horas, bajo estricta custodia.
Antes de ser condenado había dado detalles de lo sucedido: “La asfixié hasta no dar más. La solté y ella no se movía. El cuerpo quedó inmóvil y se me vino una nebulosa, como la que sentí en el auto. Escuché la voz de una señora vestida de blanco que me dijo que estaba muerta. No recuerdo nada más”, le comentó a los jueces.
Pero el asesino siguió ganando protagonismo después de ser condenado, ya que ocho días después de recibir la sentencia, en octubre de 2009, el fiscal Alejandro Noguera lo citó por amenazar al secretario judicial Luis Lezana Flores. En esa audiencia, Amín se hizo llamar Ygohor Khano, al igual que en otras oportunidades se había cambiado su normbre. Sin embargo, tras años de idas y vueltas, el juez Marcelo Mendilaharzu dictó su absolución porque no se pudo probar el delito.
En la prisión, este homicida encontró una nueva pareja tras una relación que surgió en el pabellón de máxima seguridad y, lejos de pasar desapercibida, terminó en una boda con fiesta y ceremonia religiosa incluida.
Con el tiempo, al mostrarse como un hombre valiente, Amín se convirtió en uno de los presos más respetados. Su nivel cultural y su lucha por los derechos de los reclusos le permitieron transformarse en una especie de líder en la prisión.
“’El loco’ siempre fue un crack. Él era nuestro abogado en el penal”, aseguró hace unos años un ex detenido, en una entrevista con el diario local La Gaceta.
Este beneficio otorgado a Amín, apodado por sus conocidos como "el loco", fue otorgado luego de que la jueza de Ejecución Penal, respaldada por el Tribunal de Impugnación de Tucumán, considerara que su conducta durante el encierro responde a los requisitos establecidos para acceder a estas salidas.
Frente a esta medida, el Ministerio Público Fiscal se opuso a esta decisión de la jueza de Ejecución Penal y ratificado por el Tribunal de Impugnación de Tucumán, argumentando el impacto social y el peligro que representaría para la sociedad la presencia del femicida en la vía pública.