Análisis y opinión

Tras 7 meses de lazos singulares de Mendoza con Milei ¿mutará eso en una cotidianidad?

Le bancan torpezas y exabruptos a Milei porque es el único político que hoy puede instalar en el país los cimientos de una plataforma liberal, republicana y democrática

Se ha dicho, y con razón, que en todo proceso de fuerte cambio político (por ejemplo en la impactante llegada de Javier Milei al gobierno) una de las cosas más interesantes para observar es cómo los ciudadanos reorganizan la cotidianidad y si ésta llega a tener puntos en común con "el relato" elegido para gobernar.

El escritor y periodista mexicano Juan Villoro resume así la importancia de desentrañar ese aspecto: "Para cambiar el mundo tenemos que hacerlo donde suceden las cosas, que todavía es en la realidad clásica".

A veces la vida cotidiana discurre por senderos que no son precisamente los que piensa la política profesional. Durante buena parte de 2023 la formalidad dirigencial no terminó de entender lo que una mayoría de los ciudadanos ya venía cocinando a fuego lento. Es decir, dar un portazo y romper el molde que nos empobrece día tras día.

La ciudadanía quedó asqueada de tanta inflación, de tanto dispendio improductivo del dinero público, de la falta de empleo formal, del estancamiento económico, de la máquina de hacer billetes sin sustento, de echarle la culpa de todo a la actividad privada, de la presión impositiva, de la cultura del pobrismo, de hacer política partidaria con dinero de las arcas públicas, del piqueterismo gerenciado por atorrantes, en fin, de la ausencia absoluta de futuro.

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Bullrich y Petri
Patricia Bullrich y Luis Petri están en el gabinete de Javier Milei.

Patricia Bullrich y Luis Petri están en el gabinete de Javier Milei.

Los descreídos

A la vera del camino quedó no sólo el kirchnerismo con su aquelarre del peor populismo, sino también Juntos por el Cambio que, se suponía, iba a ser la opción de eficiencia y saneamiento que mediaría de manera inteligente entre el Estado y el mercado. Esta última opción, centrista o de centro derecha, corporizada en la fórmula presidencial de Patricia Bullrich y el mendocino Luis Petri, se esfumó en la consideración popular y salió tercera.

El votante mayoritario no le creyó ni al apolillado kirchnerismo ni al titubeante liberalismo de Juntos. Muy potente resultó para el ciudadano común ver la rapidez con que Bullrich y Petri salieron corriendo a abrazar la causa de Javier Milei sin demorarse ni un sólo día en ningún intento de autocrítica, pese a que al libertario ellos lo habían cuestionado tupido en los debates televisivos de la campaña.

Lo que demostró crudamente la elección general de octubre y el balotaje de noviembre pasados fue que la ciudadanía estaba instalada desde hace rato en una soterrada cotidianidad que señalaba que había que cambiar el rumbo de manera rotunda para frenar a tiempo la caída al vacío.

La política establecida se negaba a tomar el toro por las astas. Y la única opción fue Milei, a pesar de todas las prevenciones que esa misma ciudadanía que lo ungió tenía -y tiene- sobre el personaje que hoy gobierna el país.

Nos acostumbramos al calificativo libertario. palabra casi inexistente hasta hace pocos años en el vocabulario habitual de la política y de la civilidad. Quizás lo más sobresaliente fue la transversalidad que logró el voto mileista.

Ese sufragio fue una argamasa de ricos, de clase media y de sectores populares. Este columnista recuerda la impresión que sintió cuando un año antes de las elecciones gente del común (un albañil, un repartidor de gaseosas, un grupo de estudiantes de Ciencias Económicas, la chica del minimarket, un cuñado, una jovencita de la familia) empezaron a preguntarle: "¿y vos que pensás de MIlei?"

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Javier Milei es, quizás, el único político que en la actualidad  está en condiciones de instalar en el país los cimientos de una plataforma sustentable y duradera para arrancar por una senda liberal, republicana, democrática. 

Javier Milei es, quizás, el único político que en la actualidad está en condiciones de instalar en el país los cimientos de una plataforma sustentable y duradera para arrancar por una senda liberal, republicana, democrática.

¿Milei conducción?

¿Cómo se está reorganizando esa cotidianidad en torno al presidente Milei tanto en el orden nacional cómo alrededor del gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo? En ambos casos estamos ante una cotidianidad expectante, todavía colaborativa, pero temerosa de dar el cheque en blanco.

Javier MIlei parece estar entendiendo, después de varios golpes recibidos por subestimar los vericuetos del gerenciamiento político, que no todo es carajear ni tratar de rata o gusano asqueroso al adversario o de andar viajando por el mundo en actos no oficiales con otros anarcocapitalistas que se las traen.

Digámoslo sin rositas: millones de argentinos le bancan algunas torpezas y exabruptos a Milei porque es, quizás, el único político que en la actualidad está en condiciones de instalar en el país los cimientos de una plataforma sustentable y duradera para arrancar por una senda liberal, republicana, democrática.

Hablamos de los verdaderos basamentos para que nos convirtamos en un país con generación de riqueza, con posibilidades de ascenso social, con pleno empleo. Un país que combata las causas de la pobreza y que no glorifique el pobrismo.

¿Eso quiere decir que vamos camino a convertirnos en una república libertaria a donde adoremos a Friedrich von Hayek o a alguno de esos austríacos que menciona MIlei? De ninguna manera. Está comprobado que los argentinos lo que buscan es salir del corsé populista del kirchnerismo y que para eso hay que apostar a que se consolide un camino liberal que, se supone, el espíritu ciudadano de los argentinos llevará hacia el centro político.

Por ahora el principal activo del gobierno nacional es haber bajado la inflación y de estar tratando de domar el déficit fiscal. En lo político ha quedado en evidencia que La Libertad Avanza es un compendio de personajes con fuertes inexperiencias de gestión (y de preparación intelectual) que se dan de patadas entre ellos sin logran encontrar puntos en común. Pruebas al canto: una de las más famosas diputadas mileistas, la cosplayer y maquilladora Leila Lemoine, acaba de acusar al echado subsecretario de Deportes, Julio Garro, de haber "estado a punto de sobarle la quena a alguien".

Y qué decir de ese vergonzante accionar de diputados nacionales de La Libertad Avanza, entre ellos nuestra inclasificable Lourdes Arrieta, que concurrieron a la cárcel de Ezeiza para visitar a genocidas de la dictadura, entre ellos Alfredo Astiz, verdadera "reencarnación del maligno en la tierra" para usar una conocida frase del actual Presidente.

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Alfredo Cornejo mantiene una actitud colaborativa con el Presidente.

Alfredo Cornejo mantiene una actitud colaborativa con el Presidente.

¿Y por casa?

Qué tipo de cotidianidad se ha generado en la ciudadanía de Mendoza en los 7 meses de gestión que lleva MIlei? ¿Coinciden con el León? ¿Discrepan de sus decisiones? En Mendoza el Presidente obtuvo en el balotaje el 71% de los votos y todo parece indicar que la ligazón sigue en marcha, siempre, claro, con el estilo de los mendocinos que no dudan en plantear reparos y críticas cuando lo creen conveniente.

No es casual entonces que el gobernador Alfredo Cornejo esté obsesionado con no escaparle al vizcachazo en su mirada hacia la Nación. Pero al mismo tiempo no puede dejar de atender quirúrgicamente el frente provincial donde él quiere dejar marca. Luego de los problemas que tuvo Rodolfo Suarez al comienzo de su gestión con la nueva ley minera que se votó y luego se anuló, Cornejo se ha juramentado que dejará una provincia con fuerte acento minero, sin descuidar las otras industrias que son constitutivas de Mendoza.

Cornejo, que como gobernador tiene una actitud política colaborativa con Milei porque dice entender el mensaje de la última elección, es a la vez uno de los referentes en la movida que las provincias radicales tienen contra la actual conducción nacional de la UCR que conduce el sector porteñista de Martín Lousteau que se opone al libertario "con los mismos argumentos del kirchnerismo", según explican en el entorno de Cornejo.

Sus ensalzadores dicen que Cornejo es "especialista" en eso de auscultar el olfato, la mirada y el oído de la ciudadanía, y que ese rasgo ha sido el que lo ha llevado a consolidar una posición de apoyo crítico a Milei, la cual por ahora tiene mucho de siembra, pero que podría significarle buena cosecha en los tiempos por venir, que no parecen generosos para la UCR nacional.

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