Fieramente influenciada por el vendaval Milei, la vida política de Mendoza sigue modificándose en todos los partidos políticos, pero de manera particular en los que tienen ciertas vinculaciones con la gestión del líder libertario, esto es, el radicalismo provincial, el PRO local y La Unión Mendocina.
Análisis y opinión
La política mendocina fieramente influenciada por el vendaval Milei
El aval popular que sostiene a Javier Milei ha obligado a todos los sectores políticos a tener que modificar parte de sus libretos y a leer la letra chica de la realidad antes de actuar
Pero también dicho influjo se deja caer sobre quienes no orbitan en el mundo presidencial, como las diversas versiones del peronismo mendocino, es decir los opositores frontales al proyecto de la Casa Rosada.
Lo cierto es que la prepotencia de la realidad, léase el apoyo popular que sostiene a Milei, ha obligado a todos los sectores políticos a tener que modificar buena parte de sus libretos y el manejo de los tiempos. Para decirlo en términos de Axel Kicillof, ahora la canción de fondo que el peronismo no supo cambiar a tiempo ya no es nac y pop, sino que proviene del reino del "panic show".
De Alfredo Cornejo a Luis Petri, de Omar De Marchi a Hebe Casado, de Matías Stevanato a Carlos Ciurca, hoy a la política mendocina hay que tomarla con pinzas y cada uno que mueve una pieza está obligado a leer muy bien la letra chica de la realidad para no pifiarle.
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El caso Petri
Veamos algunos casos. Muchos se pregunten si todavía el ministro de Defensa Luis Petri es un militante de la UCR. Él asegura que no se va a ir del radicalismo, el partido que lo formó. Y que lo suyo es un aporte al nuevo fenómeno político que representa el mileismo.
Ocurre que el observador promedio ve que el mendocino está jugando todas las fichas al pleno de la causa libertaria y toma nota de que Petri se siente muy bien allí, que lo disfruta, que no se apichona, que redobla apuestas. Que decide y gestiona. Es como si hubiera encontrado su lugar en el mundo político, como si toda su vida política hubiera sido una preparación para el nivel de exposición que hoy está teniendo.
Aquel Petri que como diputado nacional se dedicaba en el Congreso a proponer leyes sobre temas duros como la inseguridad y la narcocriminalidad, que no eran como decían los K intereses "de la derecha", sino asuntos de sentido común que afectaba a millones de personas, en particular a los más pobres, es hoy un funcionario que se empeña en exhibir decisión y que cuenta con el aval de un Presidente muchas veces desbocado y contradictorio, de quien está aprendiendo con dedicación.
Además, Petri, que en Mendoza parecía más formalito, empezó a cambiar y a exponerse. Primero, con Patricia Bullrich, y luego, ya bajo el ala de Milei, ha desarrollado un personaje de alto perfil y con una desusada preferencia por las puestas en escena y el show. Eso es lo que avala cierta lógica que se pregunta si podrá este nuevo Petri volver a candidatearse a la Gobernación y si lo hará bajo el sello de La Libertad Avanza o de la UCR que lo formó y ahora lo mira raro.
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¿Dónde está De Marchi?
Preguntas similares surgen acerca de quien fuera el referente del PRO en Mendoza, el lujanino Omar De Marchi. Este terminó enfrentado con los principales líderes del macrismo por no acatar el mandato de la "nomenklatura" amarilla: si quería ser candidato a gobernador de Mendoza debía ir a internas dentro de Cambia Mendoza enfrentando a Alfredo Cornejo.
Todos sabemos que se negó a ello. Rompió con el PRO nacional y creó en la Provincia un nuevo partido, La Unión Mendocina, con el cual enfrentó a Cornejo por fuera. Quedó 10 puntos abajo del sancarlino, pero su aventura partidaria lo dejó en el segundo puesto provincial, ubicado cómodamente por encima del peronismo.
Rápido de reflejos, De Marchi se jugó por la candidatura presidencial de Milei. La Unión Mendocina ya no iba a ser su prioridad de lucha política. El partido que le ganó al PJ era un rejunte de ideologías, muchas de ellas contrapuestas, cuya misión consistía en hacer hocicar a Cornejo. Baste decir que los principales socios de De Marchi en esa movida fueron Daniel Orozco y su mujer Janina Ortiz hoy imputados por la Justicia por presunta corrupción en su guarro paso por Las Heras.
La Unión Mendocina, que iba a ser la principal oposición provincial está hoy desdibujada, al igual que la figura de De March en el gobierno del presidente Milei, donde cumple el rol de Secretario de Relaciones Parlamentarias, un puesto donde el lujanino, habitualmente un hombre expansivo y con habilidades para lo mediático, ha pasado casi desapercibido.
El traductor
Alfredo Cornejo parece estar, hasta ahora, entre quienes mejor entienden lo que está pasando en la Argentina con Milei y con la ciudadanía que lo votó. Hablamos de esos argentinos que buscan separar la paja (es decir el barro mileista, con sus excentricidades y excesos) del trigo, o sea el intento de dejar instalada en la Argentina una plataforma liberal y republicana, a la que un Milei muchas veces exaltado, se olvida de agregarle un tercer adjetivo: el de "democrática".
Este último es un aspecto que el libertario parece pasarse por alto cada vez que cuestiona el rol de la prensa o intenta minimizar la división de poderes. A veces da para pensar si Milei realmente cree en la democracia liberal. O es que no le sale.
Si alguna vez Cornejo jugueteó con la idea que su segunda gobernación iba a ser una marcha triunfal para poder hacer todo lo que él consideraba que le faltó a su primera gestión, la realidad le modificó todos sus planes. Juntos por el Cambio se esfumó. Patricia Bullrich y Rodríguez Larreta fueron ficciones que ni el PRO ni los radicales supieron ver a tiempo. Y el kirchnerismo terminó por envenenar la economía argentina de populismo y de antipolítica.
Lo que Cornejo ha olfateado y palpado, y que lo ha llevado a tomar decisiones y a liderar acciones políticas que en otro contexto hubieran sonado desaconsejables, es que los votantes entendieron que hacía falta un personaje como Milei para poder pegarle un portazo en las narices a un populismo berreta y reaccionario lleno de castas, de mafias, y de ineficiencias.
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