ANÁLISIS Y OPINIÓN

Que se haga la luz en calles y rutas por la seguridad de todos

La falta de iluminación en accesos y barrios de Mendoza contribuye al aumento de la delincuencia y a las tragedias viales, como la del Acceso Sur, ocurrida el viernes

La tragedia del Acceso Sur, donde un conductor borracho atropelló y mató a un policía y a un preventor, se produjo en una zona peligrosamente oscura por falta de iluminación. También el choque en cadena previo, del que participaron 8 vehículos, lo que motivó la intervención de quienes después se convirtieron en víctimas fatales.

A quien corresponda: ¿cuánto se tardará en tomar conciencia de que la falta de iluminación puede ser detonante de este tipo de accidentes?

A oscuras, ¿se puede distinguir un recorrido, una vía de circulación o un desvío, o advertir un peligro inminente como un badén u obra en desarrollo?

Antes de continuar, una convicción: si el tunuyanino Martínez Rodríguez manejaba ebrio y a alta velocidad deberá ser castigado por la Justicia. La oscuridad no lo exime de tamaña responsabilidad penal. Es más, que la zona haya sido una boca de lobo, como viene siendo hace muchas noches ya, debió ser para él una señal de que debía conducir con mayor precaución.

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La Ecosport que manejaba el tunuyanino.

La Ecosport que manejaba el tunuyanino.

Sin embargo, quiero ampliar el razonamiento y atarlo a un viejo dicho en materia de seguridad. La ocasión hace al ladrón. Y de este modo también me refiero a la carencia de iluminación pública en varios departamentos de Mendoza, lo que facilita el accionar delictivo.

A quien corresponda, funcionarios locales y nacionales, debería caerle la ficha de que un barrio o una manzana sin luz significa peligro para los ciudadanos que van al colegio, que duermen por las noches, que guardan sus autos... y así, muchos ejemplos más.

Si la delincuencia no tiene empacho alguno en atacar a plena luz del día, imaginen qué tanto puede suceder -y sucede- en zonas sin luz pública.

Un ejemplo concreto: durante meses, después del furioso Zonda de octubre, en Las Heras faltó la luz en zonas tan transitadas como las calles Boulogne Sur Mer -apenas cruzado el límite con Ciudad- y los barrios Cementista II y Jardín Los Andes.

Así, los chorros hicieron de las suyas y se llevaron desde medidores de agua y de gas y hasta aprovecharon para andar por los techos, bien de madrugada.

La seguridad vial también tiene que ver con la iluminación pública, como con el cierre de baldíos. ¿O en esas bocas de lobos puede distinguirse un peatón de un animal o de una calle abierta a lo ancho por obras en desarrollo?

Algunas municipalidades acumulan reclamos vecinales por falta de luz pública y pocas resuelven esa carencia. Algunas se justifican en la crisis, en el No hay plata. Otras lo hacen a corto o mediano plazo.

Dicen que la noche es peligrosa. Y a oscuras, sin dudas, mucho más.

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