Con la nueva telesilla, el panorama cambia de punta a punta: el viaje desde la base hasta arriba se reducirá de 25 minutos a solo 8 o 9, y la capacidad se incrementa a 1.800 esquiadores por hora. Además, va a ayudar a descongestionar Silver Queen Gondola, que en días de nevadas importantes suele colapsar.
“Creemos que va a reducir drásticamente las filas en esos días de powder, como por ejemplo antes de Acción de Gracias el año pasado. Esto va a ayudar muchísimo. Será una gran experiencia para cualquiera que quiera llegar arriba lo más rápido posible”, explicó Mak Keeling, vicepresidente de planificación de montaña de Aspen Skiing Company.
De más está decir que la novedad también significa despedirse de dos medios que forman parte de la historia de Aspen. Bell Mountain fue clave para consolidar el terreno experto de la montaña, y Little Nell siempre estuvo ligado a celebraciones como el Torchlight Parade de Año Nuevo o la Gay Ski Week. Desde la empresa aseguran que esos eventos van a seguir, aunque con una logística adaptada al nuevo lift.
El plan todavía debe superar la revisión ambiental del Servicio Forestal de Estados Unidos, que analiza el impacto en flora, fauna y cursos de agua. Si todo sigue en regla, la construcción arrancaría en el verano estadounidense de 2026 y el nuevo medio debutaría la temporada siguiente.
Con esta mejora, Aspen busca ponerse a tono con otros resorts que en los últimos años invirtieron fuertemente en modernizar sus medios de elevación. Al mismo tiempo, reafirma que la experiencia de esquiar puede mejorar sin perder la esencia que lo convirtió en uno de las principales mecas del esquí estadounidense.