En un comunicado, el Ejecutivo venezolano aseguró que ambas acciones forman parte de “maniobras de agresión y hostigamiento” que buscan “legitimar una operación de cambio de régimen” en el país.
“Observamos con extrema alarma el uso de la CIA, así como los despliegues militares anunciados en el Caribe, que configuran una política de agresión contra Venezuela”, señaló el texto difundido por la Cancillería.
Denuncia ante la ONU y llamado internacional
El Gobierno venezolano adelantó que presentará una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU y ante el secretario general, António Guterres, para exigir una rendición de cuentas al Gobierno de Estados Unidos y medidas que eviten una escalada militar en la región.
“La comunidad internacional debe comprender que la impunidad ante estos actos tendrá consecuencias políticas peligrosas”, advirtió Caracas.
Revelaciones sobre operaciones encubiertas
Según una publicación de The New York Times, la Administración del presidente Donald Trump habría autorizado a la CIA a realizar operaciones letales en Venezuela y el Caribe.
El medio estadounidense cita fuentes que aseguran que la agencia podría actuar de forma encubierta contra el Gobierno de Maduro, en coordinación con operaciones militares más amplias.
Aunque no se ha confirmado si estas acciones están en marcha, Washington mantiene un contingente de 10.000 soldados en la región, con presencia en bases de Puerto Rico y buques de asalto en el Caribe.
Maduro impulsa acciones legales y diplomáticas
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, informó que el Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz promoverá que se establezcan responsabilidades penales contra Estados Unidos por “amenazas y agresiones” a Venezuela.
El organismo también organizará un congreso internacional de juristas y una reunión de parlamentarios del Caribe para declarar la región como zona de paz, junto a una agenda de movilización cultural y política en defensa de la soberanía venezolana.
Washington defiende su postura
El Gobierno de Estados Unidos sostiene que su presencia militar en el Caribe responde a operativos antidrogas, aunque Caracas considera que se trata de una estrategia de presión para desestabilizar al Gobierno de Nicolás Maduro e imponer “Gobiernos títeres” en la región.





