Actualmente, en el centro permanecen 336 migrantes, muy por debajo de los 2.000 que llegó a alojar y lejos de los 4.000 que proyectaba la División de Gestión de Emergencias de Florida. El congresista demócrata Maxwell Frost, tras visitar el lugar, aseguró que el propio estado ya preveía el cierre.
Los demandantes celebraron la decisión como “una victoria emblemática para los Everglades y para los estadounidenses que creen en proteger a las especies en peligro”.
Batalla judicial en curso
A pesar de la orden, la disputa legal no ha terminado. El gobernador republicano Ron DeSantis y el fiscal general de Florida, James Uthmeier, cuestionaron la legitimidad de la jueza, nominada por Barack Obama, y adelantaron que combatirán el fallo.
En paralelo, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) mantiene otra demanda relacionada, pero enfocada en las denuncias de violaciones de derechos humanos contra los migrantes detenidos en el centro.