Los menores viajaban junto a su madre, Magdalena Mucutuy Valencia; el piloto Hernán Murcia y Herman Mendoza Hernández, líder uitoto de la Organización Nacional de los Pueblos de la Amazonía Colombiana (OPIAC). Los tres adultos fallecieron en el siniestro, ocurrido el 1 de mayo pasado, y sus cadáveres fueron hallados cerca del punto donde cayó el avión.
Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin se recuperan en un hospital militar de Bogotá luego de 40 días de permanecer en la selva del Amazonas colombiano.
Los menores recibieron atención médica en San José del Guaviare, la ciudad más cercana al lugar donde fueron encontrados. Después fueron trasladados en un avión de la Fuerza Aérea a Bogotá, donde fueron internados en un hospital militar.
La atención que están recibiendo los menores se realiza "de acuerdo con las necesidades particulares de cada uno de los niños, resaltando un enfoque biológico, psicológico y sociocultural que involucra a la familia, sus costumbres de crianza y las de sus cuidadores".
Este enfoque permite "un abordaje holístico que contribuye a la recuperación física y mental de los niños en coordinación permanente con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)".
En ese sentido, el centro médico aseguró haber puesto a disposición "todos los recursos necesarios para tratar las alteraciones nutricionales e hidroelectrolíticas que predominan en los menores".
Seguirán hospitalizados dos o tres semanas para completar la terapia de soporte nutricional. “No se ha iniciado la tolerancia de alimentos vía oral, vamos a iniciar ese proceso después de que completemos el esquema de exámenes paraclínicos que continuamos realizando”, afirmó el especialista.
Los niños se trasladaban en la avioneta para encontrarse con el padre biológico de los dos más pequeños, que había huido de Araraucara, donde vivía toda la familia.
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Manuel Ranoque había sido amenazado de muerte por uno de los grupos guerrilleros que se radican en esa zona selvática y ante el peligro que sentía, se refugió en otro lugar. Su desaparición provocó una enorme preocupación hasta semanas después, en que llamó a su casa y les pidió a todos que fueran a su encuentro, indica El País de Madrid.
Por ello, su esposa, Magdalena Mucutuy, tomó la decisión y junto a sus cuatro hijos subieron a la avioneta Cessna 206, matrícula HK 2803, pilotada por Hernán Murcia, un hombre que antes había sido taxista. De este modo, a la familia le esperaba una nueva vida.
Cómo sobrevivieron en la selva
Durante los días que permanecieron en la Amazonía colombiana, los niños se alimentaron con paquetes de harina de yuca que encontraron entre los restos de la aeronave, los kits con alimentos de primera necesidad que el Ejército lanzó en la zona y frutos de la selva.
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Lesly Mucutuy, de 13 años, logró mantener a sus hermanitos a salvo en plena selva colombiana durante 40 días tras el accidente aéreo
De acuerdo al relato de los familiares, se mantuvieron a salvo gracias a las enseñanzas de supervivencia en la selva que reciben desde pequeños, como diferenciar plantas comestibles, construir cambuches y reconocer los peligros del lugar.
El hecho de que sobrevivieran a un accidente aéreo resultaba imposible para los conocedores del lugar, pero más aún, sin ayuda de nadie, pudieran mantenerse con vida durante todo ese tiempo en una selva en la que llueve 16 horas al día y que está sumida casi en la oscuridad por el follaje.
Los hermanitos pudieron enfrentarse a los peligros de esa frondosa selva amazónica llena de jaguares, serpientes y plantas venenosas. Lo que más llamó la atención en este caso fue la supervivencia en condiciones extremas del bebé, quien cumplió un año de edad mientras las autoridades los buscaban.
Al ser hallados por los rescatistas, se encontraban deshidratados y con el cuerpo lleno de picaduras de mosquitos, pero con la suerte de que en medio de la odisea encontraron un perro que les hizo compañía.
Que pertenecieran a una comunidad indígena aumentaba sus posibilidades de supervivencia. Los niños, sobre todos los dos mayores, estaban acostumbrados a adentrarse en la selva, caminar por ella y reconocer las plantas con las que pueden alimentarse y no envenenarse.
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Los cuatro hermanitos encontrados en la selva colombiana fueron llevados en un avión militar a un hospital de Bogotá
Durante el operativo de búsqueda organizado por el Gobierno, los rescatistas encontraron tijeras, alimentos mordidos, una mamadera y refugios improvisados con hojas, lo que permitió imaginarse que los hermanos permanecían con vida.
Wilson, el perro perdido que ayudó a encontrar a los niños
Más de 70 militares trabajan para ubicar a Wilson, un pastor belga malinois de seis años, que se perdió hace dos semanas en la espesa vegetación, mientras participaba de la búsqueda de los cuatro niños que fueron rescatados tras estar perdidos 40 días.
“La búsqueda no finalizó", insistió el Ejército, en tanto que el general Pedro Sánchez, jefe de la operación de rescate de los niños, citado en un boletín sostuvo hoy: "Vamos por Wilson, lo vamos a traer".
En los sureños departamentos del Guaviare y Caquetá más de 70 militares trabajan sin descanso para ubicar a Wilson.
Este tipo de perros se entrenan en binomios, donde se les asigna un único "guía" militar que los acompañará a lo largo de su vida en distintas operaciones.
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Cristian David Lara, la dupla de Wilson, permanece en la selva para intentar dar con su paradero, consignó la agencia de noticias AFP.
"Él no quiso salir del área hasta encontrar a su perrito, esos binomios generan un lazo de toda la vida", dijo un responsable del Ejército.
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Wilson, el perro rescatista que se perdió en la selva colombiana y es buscado por efectivos del ejército
Cuando una cuadrilla militar halló la avioneta destruida, con tres adultos muertos, pero ninguno de los niños que iban como pasajeros, empezó una espectacular operación de búsqueda para encontrar a los hermanos huitoto desde mediados de mayo.
Más de un centenar de soldados e indígenas, acompañados de perros rastreadores, se desplegaron en una región donde habitan jaguares, serpientes venenosas y otros depredadores peligrosos.
Wilson encontró el biberón de la bebé Cristín entre la vegetación y a casi cuatro kilómetros de lugar del accidente.
Los rescatistas también hallaron frutas mordidas, pañales, refugios improvisados, unas tijeras y huellas. Indicios que mantenían la esperanza de la tropa en encontrarlos con vida.
Pero hace dos semanas, "debido a la complejidad del terreno, la humedad y las adversas condiciones climáticas (Wilson) se habría desorientado", informó el Ejército.
Sin embargo, varias pistas apuntan a que el perro pudo haber sido el primero en encontrar a los niños, como parecen indicar huellas del animal junto a las de los menores.
"Wilson es un perro, pero es nuestro comando. Yo diría que fue el primero que encontró a los niños", sostuvo Sánchez este martes.
En medio del prolongado conflicto colombiano, más de 17.000 perros fueron entrenados por el Ejército en distintas especialidades: detección de sustancias y explosivos, desminado, búsqueda y rescate de personas, entre otras labores.
El 8 de junio, un día antes del hallazgo de los niños, el Ejército informó que Wilson se había perdido en la selva.
"Jamás se abandona a un compañero caído en el campo de combate. Avanza la #OperaciónEsperanza en la búsqueda de nuestro canino Wilson, que haciendo rastreo y en su afán de encontrar a los niños se aleja de las tropas y se pierde", indicó la institución en Twitter.
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