Tiene 61 años que cumplió en abril y entre 2000 y 2001 pasó a ser defensor de Pobres y Ausentes en materia Penal. Reporta a Mariana Silvestri desde 2017 cuando por ley fue creado el Ministerio Público de la Defensa.
Castro ha participado de una gran cantidad de juicios orales y públicos ejerciendo el rol de defensor de acusados que no podían pagarse un abogado particular y a quienes el Estado les aseguraba los servicios de un defensor.
También ejerció el cargo en dos de los 20 juicios por jurado popular realizados en Mendoza hasta ahora: en 2019 en el caso Giuliano Ibañez, un niño de 2 años muerto por la madre y el padrastro y este año por el crimen del sodero de Tunuyán.
En primera persona
Miércoles 30 de junio. Son las 9 y Castro se dispone a ingresar a una audiencia en representación de un imputado. El llamado de Diario UNO lo sorprende. Y más aun la pregunta de si renunció.
"Sí, renuncié el martes y más tarde seguiré con los trámites. Lo decidí rápido: ya es un ciclo cumplido para mí", dice El Negro Castro. "Más de 40 años de carrera..", agrega y deja picando el resto de la frase, que sabe a cierta nostalgia.
Castro llegó a trabajar a la Justicia solito con su alma. Es decir, sin antecedentes familiares que facilitaran la incorporación y el crecimiento dentro de la estructura pública.
Tiene dos hijos; uno es abogado y el otro licenciado en Relaciones Internacionales.