Incluso en el juicio quedó establecido que Sosa, la madrugada del día de la tragedia, había estado afectado al festival hasta las 3 de la madrugada y que se había reintegrado a su trabajo a las 7, para continuar con los traslados. Apenas había hecho una pausa al mediodía y a las 14 comenzó a reunir a las candidatas.
Si bien se podría haber sostenido que Sosa solo cumplía con una orden, también es un hecho que, como conductor profesional experimentado debería haber indicado a sus superiores sobre su cansancio y debería haberse negado a seguir manejando hasta tanto no se cumplieran sus horas de descanso necesarias.
El caso es que Sosa estaba manejando y, cuando se produjo el accidente ya estaban arriba de la combi 9 candidatas y aún faltaba recoger a 4 más. Incluso una de esas candidatas, que viajaba junto a Sosa en la parte delantera de la combi, descartó una versión que había dado el chofer en su defensa, indicando que había realizado una maniobra brusca porque se le había cruzado un perro. La joven dijo que no vio animal alguno antes del impacto.
Por la misma calle Alem, pero con dirección contraria, Mayra Soledad Barrio (23) conducía su moto Yamaha 110. Detrás de ella iba su hijo Lautaro Gautier (7), y sus hermanos Diego Román Barrio (11) y Mario Orozco (12). La joven estaba al cuidado de los niños y no podía dejarlos solos, por eso había salido con todos ellos a realizar una compra a poca distancia de su casa.
El impacto se produjo de frente, en el carril correspondiente a la moto. Las pericias indicaron que las huellas de la frenada de la combi quedaron marcadas durante 54 metros, lo que indicó que Sosa venía a alta velocidad.
Incluso hubo una fuerte presunción de que el chofer cabeceó por el cansancio y se salió de su mano.
El juez Salvador Arnal le impuso a Sosa 4 años de prisión, entendiendo que fue responsable de la tragedia. Ahora la defensa puede apelar el fallo. Hasta que la sentencia no tenga firmeza, Sosa permanecerá en libertad.