Entrevista

Para Federico Gambetta "hacer vino es amar la tierra y entender el tiempo en la bodega"

Tras lograr el mejor Malbec del año y ubicar tres etiquetas en el ranking mundial de Robert Parker, el mendocino quiere pensar el vino más allá del marketing

A los 36 años, el ingeniero agrónomo mendocino Federico Gambetta atraviesa un gran momento profesional en el mundo de los vinos argentinos: lidera la bodega Altos Las Hormigas, logró ubicar tres etiquetas en el ranking top 20 del influyente Robert Parker y fue elegido como el autor del mejor Malbec del año en los Premios Winexplorers 2025.

Gambetta es uno de los nombres que más suenan en el nuevo mapa del vino argentino. Con una mirada técnica, sensible y ligada al territorio, el mendocino logró posicionarse como una de las voces más interesantes del presente enológico.

Desde su rol como director técnico de Altos Las Hormigas, una de las bodegas más premiadas de los últimos años, el mendocino lidera un equipo que ha sabido conjugar innovación, trabajo de campo y excelencia. Sus vinos, muchos de ellos provenientes de viñedos orgánicos y de zonas no tradicionales, marcan un nuevo rumbo en la industria.

Federico Gambetta, ingeniero agrónomo, director técnico de la bodega Altos Las Hormigas
Federico Gambetta tiene 36 años, De su abuelo con bodega heredó su pasión por los vinos.

Federico Gambetta tiene 36 años, De su abuelo con bodega heredó su pasión por los vinos.

Con formación en ingeniería agronómica, un máster en gestión agrícola y experiencia internacional en Francia, Italia y Estados Unidos, Federico Gambetta combina ciencia, intuición y una pasión profunda por el vino. Su enfoque va más allá de las tendencias: busca comprender el suelo, el clima y el tiempo como aliados inseparables de la expresión enológica.

En esta entrevista con Diario UNO habla de sus raíces, su visión de futuro para la vitivinicultura argentina y la necesidad de pensar el vino más allá del marketing.

Hacer vino es amar la tierra y entender el tiempo en la bodega Hacer vino es amar la tierra y entender el tiempo en la bodega

La raíz de todo: infancia, herencia y vocación por el vino

Su recorrido profesional, la importancia del trabajo colectivo, la evolución del Malbec y los desafíos urgentes de la vitivinicultura son ejes de la charla, en la que finalmente plantea el uso responsable del agua y la necesidad de comunicar mejor y sin solemnidad para que cada vez más personas en el mundo tomen vino.

Lejos del perfil de estrella, Gambetta representa a una nueva generación que prefiere construir desde la humildad, la labor incansable, sin perder ambición. Su historia, como sus vinos, refleja paciencia, coherencia y amor por la tierra.

“Mi abuelo tenía bodega en San Juan. Mi familia siempre estuvo rodeada de vino. Siempre estuvimos alrededor del vino”, confirma.

Federico Gambetta con el premio al Mejor Malbec de Argentina en los Winexplorers 2025.jpg
Gambetta con su distinción al Mejor Malbec de Argentina en los premios Winexplorers 2025.

Gambetta con su distinción al Mejor Malbec de Argentina en los premios Winexplorers 2025.

Federico Gambetta se expresa con la calidez de quien ama lo que hace. Mendocino, 36 años, ingeniero agrónomo, MBA en gestión agrícola, y hoy director técnico de Altos Las Hormigas, una de las bodegas que viene dando que hablar dentro y fuera del país.

Pero su historia, como la de muchos grandes vinos, empieza con añadas de paciencia a través del tiempo.

Formación, viajes y buen paladar para crear el mejor Malbec

-¿Cómo arrancó todo esto?

-De chico ya me llamaban la atención las fincas, las bodegas. A los 16 iba a las viñas y me fascinaba ese mundo. Después estudié agronomía y a los 23 ya estaba recibido. De ahí empecé a trabajar en el INTA, con un proyecto sobre cambio climático y el Malbec. Y ahí sentí esa chispa que te dice: esto es lo mío.

Apenas recibido, Gambetta participó en un estudio clave del INTA sobre los efectos del cambio climático en el Malbec. Años más tarde, pasaría por Francia, Italia y Estados Unidos, afinando su sensibilidad vitivinícola.

Cuando uno viaja se le abre la cabeza. Eso es de manual. Pero cuando además probás vinos de tope mundial, el paladar se te afina. Es como subir tu propia vara Cuando uno viaja se le abre la cabeza. Eso es de manual. Pero cuando además probás vinos de tope mundial, el paladar se te afina. Es como subir tu propia vara

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Hacer vino se convirtió en una forma de vida para Federico Gambetta.

Hacer vino se convirtió en una forma de vida para Federico Gambetta.

Esa experiencia en el exterior, vendimiando en países de identidad vitivinícola, la aplicó a su retorno a Mendoza. "Cuando volvés y estás en tu proyecto, inevitablemente lo comparás con esa fineza, con esa textura que conociste afuera; y eso te lleva a hacer vinos más complejos", asegura.

Pero no lo dice como una receta, sino como una consecuencia inevitable de lo vivido: el viaje como pulido técnico, pero también emocional para trasladar al vino nuevo.

El salto de Gambetta a la bodega Altos Las Hormigas

En su regreso al país, el ingeniero agrónomo trabajó durante siete años en Bodegas Caro, la alianza entre Catena Zapata y el grupo Rothschild. Allí pulió su mirada sobre el estilo francés de vinificación.

En 2020, Alberto Antonini -uno de los enólogos más influyentes del mundo- lo convocó para liderar Altos Las Hormigas. Desde entonces, la bodega vive un renacimiento técnico y expresivo.

"Cuando entré hace cinco años no esperaba estos últimos tres años de locura. Han sido años de mucha búsqueda, de encontrarle esa vuelta de tuerca que le faltaba a Altos... Y creo que lo logramos con un equipo increíble. Nada es porque sí. Cuando todo matchea, pasan estas cosas", argumenta Gambetta sobre su exitoso presente en la vitivinicultura.

Malbec del año y el podio de Robert Parker

Recientemente, el vino Jardín de Hormigas Los Amantes 2021 fue elegido como el mejor Malbec del año en los Premios Winexplorers. Además, colocó tres etiquetas de Altos Las Hormigas en el Top 20 de Robert Parker Wine Advocate, un verdadero hito en el mundo del vino mendocino.

No lo buscamos. El éxito, si lo buscás, no llega. Lo que nos pasa hoy es consecuencia de una búsqueda verdadera No lo buscamos. El éxito, si lo buscás, no llega. Lo que nos pasa hoy es consecuencia de una búsqueda verdadera

Ese enfoque honesto, casi silencioso, se nota también en su mirada sobre la industria vitivinícola.

El futuro del vino: entre la sustentabilidad y el cambio

Para Federico Gambetta, "hoy ser orgánico es lo básico, es como aprender a andar en bicicleta. Hace 10 años era el norte. Hoy es el punto de partida".

Lo mismo opina sobre la sustentabilidad. "El desafío es qué hacemos con el Malbec, cómo lo reinventamos, cuál es su nuevo paso", se pregunta.

Federico habla con entusiasmo de nuevas zonas para la producción de vinos en Mendoza "como San Pablo o Los Chacayes", y de una industria que, pese a la crisis, todavía tiene mucho por decir.

Hoy ser orgánico es lo básico, es como aprender a andar en bicicleta. Hace 10 años era el norte. Hoy es el punto de partida. Lo mismo está pasando con la sustentabilidad en todos los órdenes de una bodega Hoy ser orgánico es lo básico, es como aprender a andar en bicicleta. Hace 10 años era el norte. Hoy es el punto de partida. Lo mismo está pasando con la sustentabilidad en todos los órdenes de una bodega

Federico Gambetta, ingeniero agrónomo, director técnico de la bodega Altos Las Hormigas
En su prolífica trayectoria en la vitivinicultura, Gambetta se dedica también al vino orgánico.

En su prolífica trayectoria en la vitivinicultura, Gambetta se dedica también al vino orgánico.

Es que con el dato duro de que "en el mundo sobra un 20 por ciento del vino que se produce", Gambetta apunta a la comunicación estratégica para atraer bebedores y correr al vino de su lugar inmaculado.

"Los jóvenes consumen menos, hay otras bebidas en competencia; entonces tenemos que comunicar más y mejor, hacer que el vino sea una bebida para compartir, no algo solemne. Que no haya que saber para descorchar una botella de vino", propone como hoja de ruta para volver a posicionar la bebida entre las más consumidas del mundo.

El agua, el desierto y el largo plazo

Otro foco que hace Gambetta en su proyección del futuro del vino pasa por el cuidado del agua. "Estamos en Mendoza, en un desierto. Si queremos proyectar un buen futuro vitivinícola, tenemos que cuidar el agua", afirma.

Y para ello dice que "hay que ser más eficientes en los riegos, en la bodega, en las técnicas" porque para él la sustentabilidad hoy "es mucho más compleja que hace una década: implica cuidar el ambiente, las personas, la rentabilidad de la empresa".

Gambetta vuelve una y otra vez al tema de la conciencia. No sólo ambiental, sino también social, económica y cultural en la vitivinicultura.

Federico Gambetta, ingeniero agrónomo, director técnico de la bodega Altos Las Hormigas
Gambetta es un amante del proceso del vino, desde el cuidado de la tierra hasta el descorche.

Gambetta es un amante del proceso del vino, desde el cuidado de la tierra hasta el descorche.

De allí que se destaque también por su investigación y elaboración de vinos orgánicosque miran con atención bodegas de otras latitudes. Y que el ingeniero agrónomo inició con aquel estudio del INTA sobre la influencia del cambio climático en el Malbec y sus oportunidades de subsistencia, de reinvención.

"Me encanta investigar. Es parte de mi formación. En el INTA trabajamos con una universidad de Australia para estudiar cómo se comportará el Malbec de acá a 50 años. Eso hoy es clave", comenta.

La unión en el vino marcará la diferencia

Federico aclara que no es un experto en el tema pero si le piden su opinión, él la da: "Creo que la disolución de la COViar puede ser positiva", respecto al debate que se está dando sobre terminar o no con la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).

Su postura se basa en que, de acuerdo a lo que analiza, "siempre hubo intereses cruzados, falta de unión" en la vitivinicultura. De allí que pregone por la unidad de bodegueros y productores para enfrentar los desafíos de la industria.

Hoy más que nunca tenemos que avanzar en forma de bloque. Argentina como una potencia de vino necesita unión y diversidad Hoy más que nunca tenemos que avanzar en forma de bloque. Argentina como una potencia de vino necesita unión y diversidad

Federico Gambetta, ingeniero agrónomo, director técnico de la bodega Altos Las Hormigas
Para el mendocino es imprescindible la unión en la industria vitivinícola argentina que fortaleza el mercado del vino.

Para el mendocino es imprescindible la unión en la industria vitivinícola argentina que fortaleza el mercado del vino.

Y si de integración se trata para alcanzar objetivos, el director técnico de Altos Las Hormigas declara: "Estoy sorprendido con todo lo que pasó en tan poco tiempo. Pero soy muy consciente de que no se logra solo. Tengo un equipo soñado. Sin ellos no hay nada posible".

Entre ellos, menciona con admiración a Ana Laura Wiederhold, Victoria Maselli, Jennifer Fernández y Mariano Gubinelli, parte fundamental del motor técnico de la bodega que él dirige.

El Malbec más buscado del país

El Malbec Jardín de Hormigas Los Amantes 2021 "está agotadísimo", confirma Gambetta sobre una etiqueta que acaba de ser elegida el Mejor Malbec del año en los Premios Winexplorers 2025 y que "salió número uno tres veces seguidas", aporta su creador. "La añada nueva, la 2022, ya recibió 98+ puntos y también está en el top 10", detalla.

Ese vino premium puede conseguirse con suerte en la bodega, ubicada en Luján de Cuyo; en cavas y vinotecas selectas, a un precio estimado de $240.000.

Tengo la suerte de decir que hago lo que amo y amo lo que hago Tengo la suerte de decir que hago lo que amo y amo lo que hago

Bodega Altos Las Hormigas - Botella de vino Jardín de Hormigas Los Amantes 2021 - Elegido Mejor Malbec en 2025
El Malbec de la bodega Altos Las Hormigas creado por Gambetta casi no se consigue en el mercado y tiene un valor de $240.000.

El Malbec de la bodega Altos Las Hormigas creado por Gambetta casi no se consigue en el mercado y tiene un valor de $240.000.

Federico Gambetta no parece correr tras los premios, pero ellos lo siguen igual. Con raíces profundas y mirada abierta al mundo, es parte de una nueva generación que está reescribiendo la historia del vino mendocino con conocimiento, humildad y pasión. Mucha pasión.