Entrevista

Adrián Barberis, el bodeguero elegido por el futbolista Leandro Paredes para hacer sus vinos

El dueño de la Bodega Barberis donde Leandro Paredes elabora sus vinos contó la centenaria historia vitivinícola de su familia y opinó de la lucha antigranizo

Una bodega familiar, dedicada principalmente a la exportación, eligió el futbolista Leandro Paredes para elaborar sus vinos en Mendoza. Y lo hizo más por la calidad humana de sus dueños que por cuestiones técnicas, según reveló Adrián Barberis, al frente de Bodega Barberis que sigue una tradición vitivinícola centenaria desde sus raíces italianas.

Esta bodega, ubicada en el distrito Los Sauces de Guaymallén con viñedos propios en Luján de Cuyo, ya va por la tercera generación de Barberis. Humberto fue quien inauguró los primeros viñedos en la zona Este, a mitad de los años '60, para seguirlo sus hijos Adrián y Liliana, y ahora se suman sus nietos.

Sin embargo, fue en 1910 cuando este apellido comenzó a escribir su propia página en la historia vitivinícola mendocina. Llegado de Italia, Bernardo Domingo Barberis construyó una pequeña bodega en 1910 para elaborar vino de manera artesanal, utilizando los métodos aprendidos en aquel país de origen. La muerte temprana, a los 42 años, interrumpió el desarrollo bodeguero de Don Barberis, hasta que en 1965 uno de sus nietos, Humberto, retomaría ese camino.

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Fachada de la Bodega Barberis, ubicada sobre calle Tirasso de Guaymallén, donde Leandro Paredes elaboró sus dos primeros vinos.

Fachada de la Bodega Barberis, ubicada sobre calle Tirasso de Guaymallén, donde Leandro Paredes elaboró sus dos primeros vinos.

Con una capacidad de 1.200.000 litros, el 80% de la producción de los Barberis se exporta. No es la primera vez que la bodega, con el enólogo Rolando Lazzarotti al mando, elabora vinos a pedido. Y, según considera Adrián Barberis, fue la identidad familiar más allá de la calidad técnica lo que cautivó al jugador de la Selección Argentina para sacar con ellos su primera etiqueta en 2022. Esta semana presentó su segundo vino de alta gama.

En esta entrevista con Diario UNO, Barberis relata la historia de su bodega, explica cómo es hacer vinos para famosos, las tendencias del mercado que imponen vinos blancos y la vuelta de los espumantes, y además brinda su opinión acerca de la eliminación de la lucha antigranizo.

Paredes saltó de un vino de colección o uno más comercial

Adrián Barberis tiene 62 años y tres hijos. "La bodega la inició mi padre Humberto, después la continuamos con mi hermana Liliana, y ahora la tercera generación serían mis hijos Leandro y Santiago que tienen 30 y 27 años", cuenta el empresario y destaca que "Santiago es enólogo y Leandro se encarga todo lo que es la parte de marketing y administración de la empresa; tengo una hija de 25 años que es psicopedagoga. Nos asesora en la empresa pero tiene su trabajo".

Su firma copó los portales del país esta semana cuando se conoció la noticia de que el volante de la Roma de Italia venía a Mendoza a presentar su nuevo vino. Pero la relación de Paredes con Barberis inició mucho antes.

"Hace unos cuatro años, familiares de él vinieron a la bodega, me comentaron que él tenía intenciones de tener un vino con su etiqueta, que le gustaría incursionar en el tema de los vinos, quería empezar", relata el bodeguero mendocino. Y completa: "Así que poco a poco empezamos a trabajar, primero viendo qué producto le gustaba, qué tipo y estilo de vinos, cuáles eran sus preferencias. Después fuimos preparando el primer vino, que era de alta gama, un malbec con muy buena concentración, hicimos un blend de malbecs de diferentes zonas".

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Leandro Paredes junto a Adrián Barberis, sus hijos Leandro y Santiago, y el enólogo de la bodega, Rolando Lazzarotti.

Leandro Paredes junto a Adrián Barberis, sus hijos Leandro y Santiago, y el enólogo de la bodega, Rolando Lazzarotti.

Ese primera etiqueta, Mi Victoria LP5, salió al mercado en el 2022, tuvo su presentación en el Faena de Buenos Aires y lo comercializa la familia Paredes a través de la web Mi Victoria Wines. "Es un vino muy de nicho, de lujo, de colección, para decirlo así", destaca Barberis.

En cambio, Mi Victoria LP32 que se lanzó esta semana desde el Hilton de Mendoza, tiene un propósito más comercial. Repite la cepa malbec que tanto le gusta al futbolista, pero "buscamos un perfil un poquito diferente, con menos estructura del vino, con menos intensidad de la madera, con más fruta".

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Cómo es hacer vinos para otros

-¿Cuál es la idea comercial de este segundo vino de Paredes?

-Ahora él quería tener este producto más comercial, y nosotros lo acompañamos en este crecimiento en lo que es su conocimiento de la viticultura que uno nunca deja de aprender, ¿no? Con este nuevo lanzamiento, la idea es trabajar más en conjunto su comercialización, pero siempre bajo el nombre de Mi Victoria Wines. La venta será coordinada con él.

-Cuando surgen estas propuestas, ¿se trata también de educar a esa persona que no viene del mundo del vino?

-Leandro (Paredes) ya tenía un gusto muy definido, sabía de vinos y ha probado buenos vinos, tenía un perfil que nos daba esa pauta, cuando degustaba y nos decía qué vino tomaba, cuando le mandábamos las muestras, nos dimos cuenta de que lo que él buscaba era un vino de alta gama. Luego, todo llevó a una evolución, a un aprendizaje; él participó mucho en lo que fue no solamente la elección del corte del vino como lo quería, sino en todo lo que era la elección de la botella para colocarlo, el diseño de la etiqueta que también se hizo en Mendoza. Participó en todos los procesos, y eso le va dando una gimnasia de a poco.

Leandro Paredes participó en todos los procesos de sus vinos, hasta del diseño de la etiqueta o el embotellado, y eso le va dando una gimnasia Leandro Paredes participó en todos los procesos de sus vinos, hasta del diseño de la etiqueta o el embotellado, y eso le va dando una gimnasia

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Los vinos del campeón Leandro Paredes.

Los vinos del campeón Leandro Paredes.

-¿Te ha pasado con otras personalidades, quizás de otro ambiente que no sea el fútbol?

-Sí, hemos hecho vinos y marcas para otras personas o empresas importantes, pero nunca alguien tan mediático. Hemos hecho vinos para un director técnico de un club de Honduras, que es argentino, y otras marcas para empresas del extranjero.

-¿Cómo es elaborar un vino para otro, a diferencia de elaborarlo para la bodega?

-Si bien nuestro Rolando Lazzarotti lleva adelante todos los proyectos de la bodega, los vinos que elabora la bodega son propios y no tienen mucho que ver con los que hacemos a pedido, porque el perfil, el corte, lo elige esa persona o empresa. Uno lo va orientando de acuerdo a lo que se busca con el vino. El vino termina siendo un producto que está elaborado en nuestra bodega, pero es diferente el perfil de ese vino al de nuestras marcas.

Una identificación familiar con la bodega

-¿Cómo se da que la familia de Leandro Paredes llegue a tu bodega?

- Estuvieron consultando, pidiendo referencias y visitando diferentes bodegas. Ellos buscaban quizás un perfil de empresa familiar, como es nuestra bodega. En Mendoza hay muchas bodegas que trabajan muy buenos vinos, pero también se elige el perfil de la empresa, en nuestro caso es familiar y Leandro es lo que buscaba para tener un negocio que es a largo plazo. Me parece que pasa más por esa relación humana, por la cuestión humana, además de la cuestión técnica. Se da mucho en la vitivinicultura esto de la relación humana, se tiene que sentir identificada la empresa para que una actividad así perdure en el tiempo.

-De perdurar en el tiempo tu familia sabe, una larga historia en la vitivinicultura tienen los Barberis y no inicia con tu papá...

-Sí, es cierto. Mi bisabuelo cuando llega de Italia, hace casi 100 años, tuvo uno de los primeros viñedos de una pequeña bodega en Rivadavia. Luego fallece, en el año ‘65 retoma la actividad mi padre. Arranca con un primer viñedo, teníamos otra actividad principal que era el transporte en ese momento, pero él quería seguir la tradición de esa vitivinicultura que venía de Italia. Después, cuando me incorporé en el mundo del trabajo, me dediqué más a la de bodega que al transporte. De a poco fuimos creciendo y nos quedamos directamente ya dedicados a la vitivinicultura. Todo fue una evolución en mi familia: primero el viñedo, después tener una bodega, vender vino a graneles, después embotellar el vino y exportarlo. La empresa ahora exporta el 70% u 80% de lo que produce. No estamos masivamente en Argentina, no porque no nos interese sino porque se ha dado así.

Todo fue una evolución en mi familia: primero el viñedo, después tener una bodega, vender vino a graneles, después embotellar el vino y exportarlo Todo fue una evolución en mi familia: primero el viñedo, después tener una bodega, vender vino a graneles, después embotellar el vino y exportarlo

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Barberis posa con Leandro y Santiago, quienes asumen la tercera generación para continuar la tradición familiar en la vitivinicultura.

Barberis posa con Leandro y Santiago, quienes asumen la tercera generación para continuar la tradición familiar en la vitivinicultura.

-¿Dónde se encuentran los viñedos de tu bodega?

-Nuestros viñedos están en la zona de Luján de Cuyo, actualmente. Pero elaboramos con uvas de diferentes regiones de la provincia, tenemos del Valle de Uco, de la zona Este, también hay uvas que se traen de la zona norte de Mendoza. Todo para hacer diferentes estilos de vino, diferentes marcas, diferentes perfiles de productos.

-¿Y por qué tener la bodega en Guaymallén?

-Tuvimos bodegas en Rivadavia, en Luján, pero con el tiempo nos instalamos en esta bodega, y reciclamos esta bodega en Guaymallén. La clave está en el origen de la uva y la creatividad a la hora de crear nuevos vinos.

¿Adiós al malbec?: el auge de los vinos blancos y espumantes

-¿Se están abocando a la tendencia mundial del vino más fresco, sobre todo para la exportación en países europeos que buscan vinos con menos graduación alcohólica?

-Hay una tendencia pero no es un cambio abrupto, sí es verdad que desde hace unos años se busca consumir vinos con menos alcohol, con más fruta. En este momento se han vuelto una tendencia los vinos blancos, por ejemplo, están creciendo más los vinos blancos que los tintos, así como los espumantes. Uno se tiene que ir adaptando a esos cambios y esa evolución de la vitivinicultura que se da a nivel mundial.

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Adrián Barberis en su bodega.

Adrián Barberis en su bodega.

Están creciendo más los vinos blancos que los tintos, así como los espumantes. Uno se tiene que ir adaptando a esos cambios y esa evolución de la vitivinicultura Están creciendo más los vinos blancos que los tintos, así como los espumantes. Uno se tiene que ir adaptando a esos cambios y esa evolución de la vitivinicultura

-¿Mendoza es una tierra bondadosa para adaptarse y salirse del malbec que tanto la caracteriza?

-Sí, en Mendoza se dan muy bien creo que todas las variedades, porque tiene un clima excelente, buscando el terroir y la zona para cada una se puede lograr la mejor expresión de cada cepa. Además, la provincia le da una particularidad al vino porque es un clima más mediterráneo. Igual, esto no quita que se logren excelentes productos en otras provincias, en otras regiones, hay una tendencia ahora a probar nuevas regiones, hay vinos cerca del mar, otros vinos que están más al Sur. Pero el núcleo fuerte de la vitivinicultura está en Mendoza, creo que es más del 70% de las producciones.

La efectividad de la tela es mayor a la lucha antigranizo

-¿Cómo se encuentra la exportación en el mercado del vino en Mendoza?

-A veces las situaciones macroeconómicas del país afectan porque la vitivinicultura es un trabajo a largo plazo, entonces si no tenemos estabilidad en el país es difícil lograr mercados que uno pueda mantener los precios y poder estar bien en el tiempo. Pero la vitivinicultura en Argentina se ha podido adaptar siempre, siempre ha tratado de salir de todo eso, es una industria muy creativa. Creo que si podemos tener un país estable donde uno pueda organizarse y planificar a largo plazo, podemos crecer y adaptarnos a las nuevas tendencias y a los nuevos desafíos que tiene la industria.

-¿Qué opinás sobre la última controversia en el mundo del vino que se dio con la eliminación de la lucha antigranizo?

-Es mi opinión y puedo equivocarme. Yo estimo que en mi caso es más efectiva la colocación de tela antigranizo porque es más medible la defensa ante una granizada teniendo tela en el viñedo que lo que pueda hacer la lucha antigranizo con sus cohetes, porque no se puede estimar si fue exitosa o no, no lo puedo medir. Ahora, esto no quiere decir que no sea buena, no soy experto en eso, en cambio con la tela sí podés medir el nivel de daño. Lo que pasa es que colocar tela antigranizo es caro, entonces debería haber créditos a largo plazo o facilidades o subsidios, no digo regalarle la plata a nadie, pero que sea más fácil para que uno pueda proteger el cultivo. En nuestro caso tenemos todas las plantaciones bajo tela antigranizo, podemos proteger con más seguridad la plantación y no depender de algo que no lo manejamos nosotros.

Es más medible la defensa ante una granizada teniendo tela en el viñedo que lo que pueda hacer la lucha antigranizo con sus cohetes Es más medible la defensa ante una granizada teniendo tela en el viñedo que lo que pueda hacer la lucha antigranizo con sus cohetes

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La Bodega Barberis tiene viñedos en Luján. Su dueño opina que la tela es más efectiva que la lucha antigranizo para proteger sus cultivos.

La Bodega Barberis tiene viñedos en Luján. Su dueño opina que la tela es más efectiva que la lucha antigranizo para proteger sus cultivos.

-¿Qué creés que sentirá tu bisabuelo italiano, esté donde esté, viendo un siglo después a la familia Barberis unida en la bodega, trabajando por el desarrollo de la vitivinicultura mendocina?

-La verdad es que con lo que acabás de decir me da emoción… porque mi papá falleció en el 2020 pero tuve la suerte de poder compartirlo con él, al igual que mi hermana y también con mis otros hermanos. Mi papá alcanzó a compartir esto también con sus nietos, que son mis hijos. Más allá de todo, la vitivinicultura tiene eso que es familia, es identidad.