IMPSA , la firma mendocina que terminó estatizada con el salvataje financiero del Estado, quiere aprovechar la oportunidad de subirse a la mega inversión anunciada días atrás, que convertiría a la Argentina en la meca del hidrógeno verde.
IMPSA , la firma mendocina que terminó estatizada con el salvataje financiero del Estado, quiere aprovechar la oportunidad de subirse a la mega inversión anunciada días atrás, que convertiría a la Argentina en la meca del hidrógeno verde.
En la conferencia contra el cambio climático COP26 de Naciones Unidas, que se hizo en Glasgow en los primeros días de noviembre, el presidente Alberto Fernández se reunió con representantes de la empresa australiana Fortescue , que se comprometió a realizar una inversión en la Argentina por U$S 8.400 millones. El Gobierno la calificó como el negocio más grande de este siglo. El proyecto tiene previsto generar 15.000 puestos de trabajo directos y 40.000 indirectos al menos.
No es para menos entonces que la firma de origen mendocino -que fue pionera en la producción industrial de energías limpias- quiera aprovechar la oportunidad de meterse en esta gigantesca movida.
Marcelo Kloster, asesor del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación y presidente del directorio de IMPSA en representación del Gobierno nacional, manifestó en declaraciones al diario BAE que la empresa mendocina tiene capacidad para hacer la prospección para la generación del proyecto y es uno de los actores que se sienta a la mesa del desarrollo de la producción del hidrógeno verde.
"Argentina se incorpora rápidamente en posiciones de liderazgo en una industria que emerge en los últimos meses con todos los beneficios de una inversión real en el sector energético que necesita incorporación de nuevas tecnologías y mano de obra", destacó el director de IMPSA, a BAE .
Según Kloster, IMPSA -que fue estatizada en el mes de junio-, tiene pensado qué rol podría cumplir cuando el proyecto del hidrógeno verde comience a caminar: " Se piensa como un actor tecnológico de esta inversión con trabajos de prospectiva en el terreno en donde la firma tiene una experiencia significativa ".
El hidrógeno verde es generado mediante electrólisis a partir de energías renovables como la solar y la eólica, adonde entraría IMPSA, en las que Argentina tiene un gran potencial para desarrollar proveedores competitivos y crear nuevos empleos.
El CEO de la empresa australiana, que tiene como representante local al ex Puma Agustín Pichot, ha planteado que la firma quiere tener a fines de 2024 la primera producción y que a partir de 2025 vaya creciendo, ya que se trata de una producción modular que puede ir escalando.
" El país ofrece el recurso natural, el viento, el agua, que no se encuentra en otro lugar del mundo. Los trabajadores argentinos son muy profesionales y los técnicos tiene muy alto nivel. La Argentina puede lograr revertir su restricción externa con un portafolio de exportaciones y esto colaboraría en este sentido. No hay por qué preocuparse por las condiciones coyunturales porque es un negocio de base exportable y de largo plazo ", completó Kloster en sus declaraciones.
Desde que IMPSA fue rescatada por el Gobierno nacional y provincial, se conformó un directorio que está presidido por Kloster, el vicepresidente es Matías Kulfas,el ministro de la Producción; y luego hay un grupo de directores entre los que hay algunos mendocinos, entre ellos Pablo Magistocchi, ex presidente de EMESA, la empresa estatal de energía; María Amalia Granata, una camporista ligada a Anabel Fernández Sagasti; y Marcelo Japaz, coordinador general del Ministerio de Economía y hombre de confianza del ministro Enrique Vaquié.
Así se compone el directorio de IMPSA
Directores titulares:
Directores suplentes: