Limones. La materia prima es a la que se apuntará en las próximas inversiones de la compañía.
La mayor provincia productora de limones en Argentina es Tucumán. Desde allí debe empezar a ingresar cierto volumen que debería hacer bajar el precio del cítrico, que también se exporta a más de 50 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Japón y la Unión Europea
"Durante 2024 el limón no valió nada, llegó a costar $5.000 la bolsa, lo que no cubría costos como el flete. Ahora tocó los $70.000 pero debe empezar a bajar pronto", señaló Marcelo Estudillo, del Mercado Cooperativo de Guaymallén.
Lo cierto es que esta disparada se da en un contexto de subas y bajas muy marcadas en el precio de frutas y verduras, que venían de una recta final del 2024 con caídas de hasta 50%.
Del limón argentino al importado
También hay un análisis en retrospectiva para tratar de entender cómo la merma de producción viene de mucho antes, y no es del todo estacional sino que llegó para quedarse.
Para Omar Carrasco, presidente en Mendoza de UFHA (Unión Frutihortícola Argentina) "el problema nace en 2019, cuando el limón empezó a no tener precio y muchos productores abandonaron sus fincas. Un dato: había 57 mil hectáreas productivas y hoy sólo quedan 40 mil".
Un factor coyuntural fue una gran sequía que achicó la oferta mucho más. "Como el precio del limón seguía bajo, lo que quedaba se vendió a fábricas. Así, el mercado argentino se quedó sin limón y por eso empezó a importarse de Chile, Brasil, Grecia y Egipto", añadió.
Sin embargo, Carrasco también coincidió con Estudillo y aventuró que "en un par de semanas debería empezar a regularizarse, hasta llegar a $18 mil o $20 mil la bolsa".
Otros productos caros (que seguirán así)
Algunos señalan que la transición del precio ya empezó, en cuentagotas.
"No ha sido tanto, pero a $55 mil ya se consigue. Después de que haya ingresado de Brasil y otros países ahora se espera de Tucumán, quizá con un poco de escasez por la falta de lluvias", reconoció Sergio Fernández, del Mercado Cooperativo de Godoy Cruz.
Al margen, algunos otros productos que no son de consumo masivo siguen arriba y prometen mantenerse. Sobre todo porque no se producen en Argentina y el mercado local sólo se abastece de las importaciones.
palta-chilena-hass.jpg
Por estos días, el precio del kilo de palta roza los $5.000.
Es lo que ocurre con la palta, kiwi y en parte también el pomelo.
La palta (habitualmente de Chile) llegó a $3.900 a principios de enero y por estos días roza los $5.000 por kilo en algunas verdulerías. Algo similar ocurre con el cítrico, que se comercializa a $40.000 la caja aproximadamente y, aseguran en los mercados de abasto, no cederá por un tiempo.
Papa y tomate: lo que conviene comprar
Pero más allá del caso particular del limón, las importaciones no hacen mella, por ahora, en la producción de Mendoza. Aún así, los precios siguen bajos.
"En verdad, la verdura y fruta de estación de Mendoza está muy barata", resumió Fernández.
Un ejemplo es la papa, que más allá de la oferta casi permanente actualmente no tiene precio de referencia. De hecho, en algunos puestos ruteros se puede encontrar por hasta $2.500 la bolsa de 18 kilos.
Entre productores y puesteros no hay grieta, porque asumen que hay excedente de producción y se trabaja por debajo del nivel de flotación. Parecida es la situación con zanahoria, cebolla, zapallo y también tomate, en un contexto de caída de ventas de alrededor del 30%.
El tomate mendocino es un paradigma del desequilibrio: el cajón se vende por $8.000, pero el costo de producción supera los $6.000. Eso incluye la elevada tarifa de riego y el peso de otros ítems (agroquímicos y mano de obra) por hectárea.
A criterio de Estudillo, "la apertura de importaciones hizo que ya no haya abusos. Pero por la situación actual hay desánimo entre los productores, porque muchos venden por debajo del costo. Hoy es una cuestión de competencia pero también de espalda financiera para aguantar".