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Viviana Luna está desaparecida desde 2016.
La investigación se está manejando con mucho hermetismo pero trascendió que los investigadores locales esperan una prueba clave que en caso de arrojar resultado positivo dejará complicado a Marcos Herrero. Se trata de un cotejo genético que se está realizando entre los restos óseos que encontró en Potrerillos en el marco de la búsqueda de Viviana Luna y otro hallazgo similar que ocurrió en Santa Cruz por la desaparición de una mujer. En ambos casos se detectó que los huesos no pertenecían a las víctimas y los pesquisas mendocinos creen que se trata del mismo cadáver. De confirmarse esa versión, tomará fuerza la hipótesis de que Marcos Herrero plantó pruebas en ambas causas.
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Marcos Herrero en el ojo de la tormenta.
El inicio de la sospecha
EL 29 de septiembre pasado, Marcos Herrero llegó contratado por los hijos de Viviana Luna, una mujer que es buscada desde 2016. El hombre dice ser adiestrador de perros aunque no está avalado por el Ministerio de Seguridad de la Nación. Ha participado en casos resonantes a nivel nacional, como el de Santiago Maldonado y Facundo Astudillo, aunque ha obtenido resultados al menos discutibles. Lo cierto es que los familiares de Luna le pagaron $150 mil pesos para que haga un rastrillaje en forma privada.
El hombre y sus perros se presentaron en un hotel abandonado de Potrerillos que ya había sido inspeccionado por la Justicia local. En menos de media hora encontró partes de un cráneo y de un maxilar y una nota en un hotel que hacía referencia a Viviana Luna, a una red de trata de personas que incluía nombres de empresarios, jueces y políticos.
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El hotel abandonado en Potrerillos que fue rastrillado por Marcos Herrero.
Foto: Gerardo Tejeda
Por esos días, Marcos Herrero también fue contratado en forma privada por la familia de Abigail Carniel, la joven de 18 años presuntamente asesinada en abril pasado. Sin embargo, en ese caso no logró encontrar ninguna evidencia.
La sospecha sobre el accionar del perito privado comenzó a crecer cuando el Laboratorio de Huellas Genéticas determinó que el cráneo y el maxilar hallados en Potrerillos pertenecían a un varón. Ese mismo martes, el fiscal Pirrello se comunicó con personal de un juzgado ubicado en Río Gallegos, donde se investiga la desaparición de Marcela López (61). En esa causa Marcos Herrero encontró restos óseos con características muy similares a lo ocurrido en Mendoza: también estaban quemados, también eran partes de un cráneo y de un maxilar y no pertenecían a la mujer buscada. Ahora, el resultado de la pericia entre ambos huesos puede ser letal para el supuesto adiestrador de perros.
La desaparición de Viviana Luna
Viviana Luna vivía en Potrerillos cuando el 7 de diciembre de 2016 salió a una entrevista de trabajo. Luego de eso, tenía planeado ir a la casa de una amiga, a pocos metros de allí, pero nunca llegó.
La fiscal Claudia Ríos tomó el caso e hicieron varios rastrillajes en una amplia zona de Potrerillos, pero no hubo resultados. No encontraron ni un solo indicio de la mujer de 45 años.
Con el paso del tiempo la investigación perdió fuerza, pero en el 2019 rastrillaron la zona una vez más en la zona, pero los resultados fueron los mismos.