Cuando se usan juntos, el bicarbonato y la soda potencian el crecimiento de la masa, mientras el azúcar se encarga de equilibrar el sabor y aportar un acabado dorado perfecto como en cualquier preparación. Si bien este último ingrediente se usa en la mayoría de las recetas dulces, la soda y el bicarbonato son dos secretos conocidos por los trucos de la abuela.
Como algo ya adelantamos, esta combinación se utiliza principalmente para:
- Bizcochos y tortas: los vuelve más esponjosos y húmedos.
- Muffins y cupcakes: mejora el volumen y les da un sabor más suave.
- Galletas: ayuda a que se expandan uniformemente en el horno.
- Masas rápidas: como las de panqueques o waffles, que requieren ligereza.
Cómo usar la mezcla correctamente
mezcla de bicarbonato azucar y soda
Cuando pruebes esta mezcla, tus recetas de pastelería quedarán sabrosas, únicas e inigualables
Para una receta exquisita, por cada taza de harina, se puede usar ½ cucharadita de bicarbonato, 2 a 3 cucharadas de soda y la cantidad de azúcar que indique la receta.
El bicarbonato comienza a actuar al entrar en contacto con la soda, por lo que se recomienda incorporarlos justo antes de hornear, pero sin excederse en cantidad porque demasiado bicarbonato puede dejar un sabor amargo y alterar el color de la masa. Y mucha soda podrá dejar la preparación muy líquida haciendo que no se leude del todo bien o quede apelmazado.
Esta técnica con bicarbonato, soda y azúcar, popularizada en muchas recetas caseras, es un truco sencillo para mejorar la textura y presentación de postres, sin necesidad de ingredientes costosos o procesos complicados.