Delitos Económicos

Un jefe policial advirtió sobre las estafas en el alquiler de alojamientos de verano en Mendoza

Osvaldo Araujo, subcomisario de Delitos Económicos, aconsejó no pagar señas a través de redes sociales. Son seguros los sitios de empresas de viajes y de inmobiliarias y en general las páginas oficiales

Los estafadores virtuales surgieron durante el aislamiento por la pandemia y llegaron para quedarse: sus maniobras, a través de las redes sociales y las comunicaciones telefónicas, son una modalidad delictiva que se potenció hacia este fin de año. Ahora, el blanco perfecto son los inquilinos temporarios de casas, alojamientos y cabañas con pileta para las fiestas de Navidad y Año Nuevo y la temporada de verano en Mendoza.

La modalidad es sencilla y tan efectiva como dañina: los interesados pagan el 50% del precio final a modo de seña y cuando van a tomar posesión del bien y/o servicio descubren que fueron estafados porque de los locadores y/o prestadores del servicio embolsaron el dinero y desaparecieron como por arte de magia de la virtualidad.

El remedio preventivo, para no caer en la trampa ni perder plata, es tanto o más sencillo. Osvaldo Araujo, subcomisario de Delitos Económicos de la Policía de Mendoza, aconseja dejar al margen la virtualidad y tratar mano a mano con quienes alquilan y/o venden bienes muebles o inmuebles o servicios.

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Osvaldo Araujo, subcomisario, habló de esta modalidad delictiva y cómo evitarla.

Osvaldo Araujo, subcomisario, habló de esta modalidad delictiva y cómo evitarla.

"Hay que asegurarse personalmente, a través de recomendaciones confiables, de que esos alojamientos y/o bienes realmente existen. Hay que ir a verlos y no conformarse con hacer trato y adelantar una seña con solo mirar las fotografías y videos que los delincuentes exponen en las redes sociales. Muchas veces, esos lugares no existen o son promocionados como propios pero sin serlo"

También propone consultar páginas web oficiales de empresas, inmobiliarias y agrupaciones creadas para tal finalidad, como potrerillos.org, donde los dueños ofrecen productos concretos de manera confiable.

Esta problemática de estafas virtuales surgió en la pandemia y tuvo un pico máximo en mayo último, cuando casi 1.000 jubilados y pensionados que cobran la mensualidad en el Banco Nación descubrieron, tristemente, uno por uno, que sus cuentas bancarias habían sido vaciadas de a poco o súbitamente en nombre de compras que jamás hicieron. Este caso está siendo investigado por la Justicia Federal de Mendoza tras un comienzo a cargo de la Unidad Fiscal de Delitos Económicos del Poder Judicial.

Así actuán los estafadores virtuales

Caso testigo: un hombre que frecuenta las redes sociales contacta a quien promociona una cabaña para alquilar. Las fotos y los videos subidos por los inquilinos ponen esa propiedad al alcance de la mano del interesado.

Un chateo breve sirve para reservar el lugar a cambio del 50% del precio final. La famosa seña es transferida y pagada mediante transferencia bancaria o billetera virtual. La estafa queda al desnudo poco después cuando quien alquila desaparece y el inquilino se queda con las manos vacías: sin la cabaña, sin el dinero y sin nadie a quien reclamar.

Araujo advirtió que esta modalidad se afirmó cuando algunos delincuentes virtuales captaron imágenes y videos de verdaderos locadores y/o vendedores de bienes muebles e inmuebles y comenzaron a promocionarlos como propios. Así, cuando cobraron la seña desaparecieron dejando frente a frente, y problema en puerta, al que pagó y al verdadero propietario.

En operaciones de venta de materiales de la construcción, cada vez más caros por la suba de los precios de los ladrillos, el cemento y las barras de hierro, también actúan estos delincuentes fantasma. Para los interesados, la misma recomendación: hacer las operaciones en persona.

Cómo denunciar a estafadores virtuales

Está disponible en internet el formulario online a cargo del Ministerio Público Fiscal, que derivará a la Unidad Fiscal de Delitos Económicos.

Allí, la exposición es breve e inmediata, y sirve para profundizar en las pesquisas policiales y judiciales, de por sí complejas porque los delincuentes se esconden en el anonimato que aseguran las redes y la telefonía.

Más aún: tienen aceitados mecanismos informáticos para repartir entre varias cuentas bancarias cada suma recibida en concepto de seña y/o pagos totales por los bienes que nunca entregarán.

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