En cualquier casa hay un cepillo de dientes, es un objeto de higiene personal que todos usamos. Pero a veces el mismo uso hace que se ponga viejo teniendo que cambiarlo por uno nuevo. Cuando esto ocurre, suelen terminar en la basura, pero las personas no saben que más allá de su uso bucal son un tesoro para el hogar.
Tener un cepillo de dientes viejo puede parecer algo sin importancia, pero en realidad estás guardando un pequeño tesoro doméstico. Gracias a su diseño ergonómico y sus cerdas firmes, este objeto cotidiano puede transformarse en una herramienta de limpieza extremadamente útil para el hogar.
Los odontólogos recomiendan reemplazar el cepillo de dientes cada tres meses o incluso antes si las cerdas están desgastadas. Con el uso diario, las fibras pierden su forma y eficacia, acumulando bacterias, restos de pasta dental y placa que pueden afectar la higiene bucal. Por eso, cada trimestre conviene estrenar un cepillo nuevo para cuidar la salud de la boca. Pero eso no significa que debas tirarlo: con una correcta desinfección, ese cepillo “jubilado” puede tener una segunda vida muy útil fuera del baño.
Como convertir un cepillo de dientes viejo en un tesoro para tu casa
Gracias a su forma alargada y su pequeño cabezal, el cepillo viejo permite alcanzar zonas de difícil acceso donde los trapos o esponjas no llegan. Es ideal para:
- Limpiar las juntas de los azulejos o baldosas, donde se acumula moho o sarro.
- Limpiar canillas o grifos o cualquier lugar inaccesible de la casa.
- Frotar las esquinas del baño o la cocina, especialmente en griferías y marcos de ventanas.
- Quitar el barro o polvo de las suelas de botas y zapatillas, sobre todo las que tienen ranuras profundas.
- Desincrustar restos de grasa o suciedad en los electrodomésticos, como la licuadora, el horno o la heladera.
- Para limpiar teclados y dispositivos.
Antes de reutilizarlo, es importante desinfectar el cepillo de dientes. Podés sumergirlo durante 10 minutos en una mezcla de agua caliente con vinagre blanco o alcohol. Luego, dejalo secar completamente al aire. También podés marcar el mango o cortarle parte del mango para no confundirlo con el cepillo en uso.
Con un poco de creatividad, este pequeño objeto puede convertirse en un aliado de limpieza poderoso y gratuito. De hecho, muchos especialistas en limpieza lo usan por su capacidad para limpiar sin necesidad de químicos agresivos.






