Con apenas 32 años, Ariel Ceferino Guerra atraviesa una de las batallas más duras de su vida. Vecino del barrio La Favorita, padre de dos niños de 5 y 9 años, fue diagnosticado con un tumor en el intestino delgado. Desde entonces, su rutina por el cáncer cambió por completo: los días de trabajo quedaron atrás y ahora su tiempo se reparte entre quimioterapias, radioterapia y la búsqueda constante de alivio para los dolores que lo acompañan. Por todo esto, necesita con urgencia la ayuda y solidaridad de los mendocinos.
Ariel Guerra no puede trabajar y tiene familia. Necesita ayuda para solventarse y seguir el tratamiento contra el cáncer.
“Trabajo en la construcción, es decir, trabajaba, porque ya no puedo. Hacía distintos oficios, pero ahora ya no puedo. El dolor y el malestar no me permiten hacer fuerza ni estar como antes. Por eso pedimos ayuda”, cuenta Ariel en diálogo con Diario UNO. Aunque le gana la angustia y la incertidumbre, conserva la entereza por su familia, por sus hijos.
Su esposa trabaja en un hotel, en el área de limpieza. Con ese ingreso sostienen lo básico, pero no alcanza. A la enfermedad se suman los gastos de transporte, medicamentos que muchas veces no se consiguen en el hospital y estudios que, aunque le piden como parte del tratamiento, no siempre pueden realizarse en el sistema público y deben abonarse de manera particular.
"Hago sorteos y busco ayuda, pero nada alcanza"
“Algunos calmantes me los da el hospital, pero a veces están en falta. Cuando eso pasa, tengo que comprarlos. Hago sorteos de cosas para poder reunir algo de dinero, pero no siempre alcanza. Todo sirve, cualquier ayuda nos da un respiro”, explica.
Cómo ayudar a Ariel: dinero, ropa, calzado y alimentos
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo con donaciones de ropa para niños o adultos, alimentos no perecederos o cualquier aporte económico. Contacto: 2612169403.
Alias: arieldj.bruk
Titular: Ariel Ceferino Guerra
CBU: 1430001713036707180011
CUIT/CUIL: 20-37964017-7
N° de cuenta: 1303670718001
Cada granito de arena suma. Hoy Ariel necesita del apoyo de la comunidad para continuar con su tratamiento y, sobre todo, para que sus hijos puedan atravesar esta etapa con esperanza.