Además, los eventos producidos por el cambio climático como olas de calor, inundaciones o tormentas dificultan el almacenamiento, transporte y distribución segura de este recurso vital.
A esto se suma que el cambio climático también puede influir directamente en la salud de los donantes: la deshidratación, la descompensación de la presión arterial o incluso la llamada "ansiedad climática" pueden impedir que alguien done sangre. Por otro lado, según el estudio, se prevé un aumento en la demanda de transfusiones debido a más complicaciones médicas relacionadas con el clima, como problemas cardiovasculares, partos de riesgo o enfermedades crónicas agravadas.
Prediccion biblica del cambio climatico.png
Impacto del estudio
El impacto del estudio es significativo porque alerta sobre una amenaza silenciosa pero real, el cambio climático no solo altera el entorno, sino también nuestra capacidad de mantener un suministro estable y seguro de sangre. Esto afecta directamente a los sistemas de salud, ya que la sangre es esencial para cirugías, emergencias, partos complicados y el tratamiento de enfermedades crónicas.
Además, el estudio pone sobre la mesa la necesidad urgente de adaptar las políticas sanitarias a este nuevo escenario. Propone soluciones como centros móviles de donación, estrategias de conservación de sangre y la promoción de la donación entre comunidades diversas.