Sucedió en el centro de Mendoza, a plena luz del día. Fue un golpe delictivo tan cinematográfico que una productora local trabaja para llevarlo a la pantalla: se trata del atraco por $300.000 a un camión de caudales estacionado en la puerta del Banco Regional de Cuyo en 2008.

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Atractivo y pintoresco

Bernardo Blanco (37) es sanrafaelino y cursa la Tecnicatura Universitaria en Producción Audiovisual (TUPA) de la UNCuyo. Trabajó en otras ciudades y en Mendoza ha producido contenidos para canales de tevé.

Hace cuatro o cinco años, mientras esperaba en la fila de clientes del Banco Supervielle para cobrar un cheque, se enteró de que ese mismo edificio, cuando funcionaba como Banco Regional de Cuyo, había sido escenario de un asalto violento y pintoresco a la vez.

Y el caso fue como un imán para su creatividad artística. A tal punto que avanza con la investigación para dar con los protagonistas reales, que serán parte de un documental. A tal punto que está instalado en cercanías del lugar y ya dispone de un ángulo estratégico para observar y enfocar con su lente.

Un mes de grandes botines

El 26 de mayo de 2008 era lunes y durante ese mes ocurrieron al menos diecinueve asaltos tipo comando. Rápidos. Certeros.

Todo lo robado en estaciones de servicio, locales comerciales, un hostel y una mutual, entre otros "blancos", significaba una importantísima cantidad de dinero para la época.

Hasta una joyería había sido desvalijada, pero el golpe al blindado desbordó todas las previsiones y elevó a $734.000 el monto total de lo siniestrado..

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Gobernaba Celso Jaque y Carlos Ciurca era su ministro de Seguridad. El funcionario político culpaba a delincuentes foráneos de esa preocupante ola de ataques criminales.

"Son delincuentes cordobeses..." "Son delincuentes cordobeses..."

Carlos Ciurca, ministro de Seguridad en 2008

El mes había comenzado con un golpe fuera de lo común. Sin dinero como botín. Tampoco cheques. El viernes 2 una banda se había apoderado de todas las armas acopiadas en una unidad policial de Godoy Cruz.

Ciurca salió al cruce y lanzó un vaticinio curioso: que el armamento iría a parar a un mercado negro y no sería utilizado en golpes locales.

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El tiempo y los acontecimientos demostraron que lejos de ser un análisis fino con información calificada las palabras del ministro eran apenas una expresión de deseo.

¡Acción!

El atraco se inició cuando el vehículo transportador de caudales se estacionó en la puerta del banco, en San Martín 831 de Ciudad donde topa la calle San Lorenzo. Eran las 14 y la siesta sacudía las ramas del arbolado.

Cuando las luces de STOP se encendieron comenzó la acción: el cliente de una heladería cercana sacó una ametralladora de una funda para guitarras y un muchacho en silla de ruedas se quitó una frazada que le cubría las piernas, se puso de pie y empuñó un arma de fuego.

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Dos policías custodiaban el Regional de Cuyo en la entrada y quedaron paralizados por la irrupción de los delincuentes. No solo del hombre de la falsa guitarra y del falso lisiado, sino de otros más que bancaban la parada desde una panchería vecina. Incluso otro que fingía ser empleado municipal en tareas de limpieza.

Un tiro al aire alertó a quienes no sabían del atraco que allí se estaba consumando. Entonces hubo corridas. Gritos. Terror.

En el minuto siguiente, la banda se alzó con las sacas de dinero y las armas de los tres custodios del blindado.

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Una camioneta Jeep Grand Cherokee los esperaba con el motor encendido. La fuga fue limpia. Discreta. Rápida.

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Culpables

Durante la investigación a cargo del fiscal de Delitos Complejos Daniel Carniello hubo 6 detenidos.

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También se determinó que la Grand Cherokee había sido robada en Godoy Cruz dos días antes del golpe al blindado. Y que también se utilizó un auto para la fuga.

La gavilla cayó 3 meses después gracias al dato aportado por el tío de uno de los detenidos. Estaban en una obra en construcción en San Juan y Barraquero de Ciudad junto con el vehículo de gran porte.

El miércoles 28 de julio de 2010 la Quinta Cámara del Crimen condenó a tres asaltantes por robo agravado por el uso de arma de fuego.

A Cristian Mercado Montes -el falso paralítico- le dieron 13 años de cárcel y a Martín Villarruel y Juan Carlos Carmona les impusieron 12 años de encierro.

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El tribunal unipersonal que presidió Laura Gil de Chales también absolvió a un imputado y lo dejó libre.

Para él, Carniello había pedido 10 años de cárcel. Los dos últimos sospechosos recuperaron la libertad por falta de acusación fiscal.

Otra clave

Laura Margarita Aldaya era policía y una de las custodios del blindado como trabajo adicional. Ella fue la primera en bajar del rodado apenas se  estacionó en la puerta del banco Regional.

La oficial Aldaya fue la primera víctima de la banda de asaltantes. Su testimonio fue determinante para reconocer a Mercado como el falso paralítico que empuñó una escopeta recortada.

Aquella tarde fue llevada a un centro médico en ambulancia y diagnosticada con estrés postraumático.

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En un libro

El escritor y periodista Rolando López publicó esta historia con el formato de crónica periodística en su obra Textos de periodismo para no morir en el bostezo, lanzada por editorial Diógenes, 2009.

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