- Vómito blanco: suele tener una consistencia espumosa y puede deberse a diferentes causas. Entre ellas, se destacan: reflujo, bloqueo intestinal, ingesta de algún tóxico, regurgitación y malestar digestivo en general.
- Vómito transparente: la consistencia suele ser líquida y hay varias causas que pueden provocarlo. Algunas de las más importantes son: indigestión, náuseas, insuficiencia renal o hepática.
- Vómito verde: la forma de este vómito suele ser sumamente firme o líquida. Una de las causas más interesantes es que puede deberse al hecho de que el perro haya comido césped; o bien puede estar relacionada con la billis, alergia alimentaria o indigestión.
- Vómito rojo: la consistencia se asemeja a posos de café y suelen deberse a una enfermedad gastrointestinal, obstrucción interna, bloqueo o sangre.
Un detalle importante a tener en cuenta es que la regurgitación suele pasarle de manera casual a los perros, pero es diferente a los vómitos propiamente dichos. Este caso es una expulsión pasiva de alimentos o líquidos y no es nada grave.
Cómo ayudar a un perro durante un vómito
En muchas ocasiones, cuando un perro está vomitando, no suele presentarse frente a su dueño. Al ser un asunto incómodo e íntimo, suelen realizarlo fuera de la vista de su humano; sin embargo, si se da el caso, solamente hay que dejarlo terminar.
Por otro lado, los vómitos suelen estar acompañados de otros síntomas y los veterinarios recomiendan prestarle especial atención a sus depósitos para saber si es diarrea o letargo, entre otras cosas más. El apoyo y amor no deben faltar durante la transición de su enfermedad y, claramente, es necesario acudir a un especialista.