Los alimentos fermentados son aquellos modificados por la acción de microrganismos vivos que actúan consumiendo los azucares del contenido y producen ácido láctico, acético, etanol, dióxido de carbono y compuestos saborizantes.
Los alimentos industrializados no tienen en su composición bacterias naturales con importantes beneficios para el intestino delgado. Sin probióticos, nuestra flora intestinal se ve afectada notablemente. Una forma de revertir esta situación y proteger la salud intestinal, es consumir kéfir en su justa medida. Este fermento contiene bacterias que interactúan con el sistema inmune aumentando y mejorando las defensas.
Para consumir kéfir, sólo debes fermentar los nódulos con leche o agua. Para hacer la fermentación debes mezclar los nódulos con leche y dejar fermentar durante 24 horas. El resultado es un producto símil a la ricota o leche cortada. En el caso e fermentar con agua, añade azúcar para reemplazar la lactosa. Para conocer más detalles de cómo fermentar kéfir, te dejamos un enlace directo a la pagina del área de salud del Gobierno de Mendoza.
Beneficios y contradicciones del kéfir, uno de los alimentos más antiguos y saludables
Cuando comiences a consumir este alimento saludable y fermentado, vas a notar sus beneficios en las primeras semanas.
- El kéfir contiene bacterias que ayudan a aliviar problemas leves de digestión como estreñimiento y diarrea.
- Regulariza la función digestiva y mejora la flora intestinal.
- Disminuye los síntomas de intolerancia a la lactosa como hinchazón y gases.
- A largo plazo, este alimento trae beneficios al sistema inmunitario, reduce los niveles de inflamación en el cuerpo.
- Además, el kéfir tare beneficios a la piel, reduciendo la producción de acné y manchas.
- Pasados los 6 meses de consumo, vas a notar cambios positivos en la salud ósea y cardiovascular como los niveles de colesterol y presión arterial.
Dentro de los efectos secundarios, algunas personas con intestino sensible pueden experimentar hinchazón, gases, malestar estomacal. Es importante controlar su consumo de los alimentos fermentados, retirar ante cualquier problema y consultar con un médico experto.