2. Falta de comunicación, confianza y mal sexo en la pareja: En la rutina diaria, las discusiones, diferencia de opiniones, silencios y los problemas de convivencia se apoderan de la relación. Esto lleva a tener problemas sexuales con la otra persona, contribuyendo a la infidelidad del hombre. Además, ya sea por falta o por descontento con el sexo, muchos hombres infieles aseguran serlo porque en su relación no están conformes con la actividad sexual.
3. Dificultad para expresar emociones: La incapacidad de expresar emociones o necesidades dentro de una relación también puede influir en la infidelidad. Muchos hombres que engañan a sus parejas a menudo no comunican de manera efectiva sus frustraciones o deseos dentro de la relación. Esto puede llevarlos a buscar una "salida" emocional en alguien más, donde no tengan que lidiar con la vulnerabilidad de compartir sus sentimientos.
Psicología del comportamiento los hombres que tienen historial de infidelidad poseen estos rasgos (2).jpg
4. Búsqueda de novedad y emoción: La búsqueda constante de excitación y novedad es otra característica frecuente. Para algunos hombres, la infidelidad no está necesariamente vinculada a una insatisfacción con su pareja actual, sino a una necesidad de emociones fuertes y nuevas experiencias. Este rasgo puede estar relacionado con una personalidad más impulsiva y una necesidad de aventura constante que los lleva a buscar nuevas relaciones.
5. Actitudes permisivas hacia la infidelidad: Algunos hombres que tienen antecedentes de engañar a sus parejas tienden a tener actitudes permisivas hacia la infidelidad en general. Si consideran que las reglas de la fidelidad no son absolutas o que un "desliz" no es algo grave, esto puede justificar su comportamiento.
6. Son mentirosos compulsivos: Aunque son los menos casos, no podemos obviar que existen algunos cuadros que predisponen a algunos hombres a engañar de manera compulsiva y a no tener empatía ninguna con las consecuencias de sus actos.
7. Egoísmo e inmadurez: Los hombres tienden a priorizar sus propios deseos y necesidades por encima de los sentimientos de su pareja. La incapacidad para ponerse en el lugar del otro y considerar el daño que su comportamiento puede causar es un rasgo común en aquellos que han engañado a sus parejas. Además, cuando no son una persona madura y se les impide renunciar a algunas cosas, son incapaces de comprometerse con nada.