- Personas masculinas: el estudio de ADN revela que todas las personas sacrificadas eran varones, lo que contrasta con la creencia previa de que las víctimas eran principalmente mujeres.
- Vínculos familiares cercanos: muchas de las personas sacrificadas eran hermanos o primos, lo que indica que las personas sacrificadas estaban estrechamente relacionadas.
- Gemelos idénticos: se encontraron dos parejas de gemelos idénticos entre las personas sacrificadas, algo muy raro en los nacimientos, dado que los gemelos representan solo el 0.4% de los nacimientos.
- Personas jóvenes: las personas sacrificadas eran principalmente niños pequeños, entre tres y seis años, según el análisis de ADN.
- Personas locales: el estudio de ADN muestra que las personas sacrificadas eran de la población local de Chichén Itzá, y no de otras regiones mayas.
- Falta de marcas de sacrificio: A diferencia de otros restos encontrados en lugares de sacrificio, el estudio de ADN no encontró marcas visibles de sacrificios en las personas, lo que sugiere métodos distintos a los conocidos, sin la extracción del corazón o decapitación.
El hecho de que muchas de las personas de los sacrificios fueran niños, gemelos o familiares cercanos podría estar relacionado con rituales en los que se buscaba la bendición de los dioses para la fertilidad o la cosecha, con los gemelos desempeñando un papel importante en la mitología de los mayas.
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¿Por qué los mayas sacrificaban personas?
Según National Geographic el sacrificio humano entre los mayas no está completamente claro, aunque los informes españoles del siglo XVI indican su práctica. Se cree que los mayas realizaban sacrificios principalmente en las últimas etapas de su civilización para pedir la intervención divina en aspectos como la fertilidad, la lluvia o la guerra.
Los gemelos tenían un papel importante en la mitología maya, especialmente en el Popol Vuh, donde dos gemelos, Hun-Hunahpú y Vucub-Hanahpú, fueron sacrificados por los dioses. El sacrificio de gemelos o parientes cercanos, en especial en estructuras subterráneas, podría haber sido parte de rituales para asegurar cosechas de maíz, relacionados con los gemelos héroes de la mitología.