El naranjo es uno de los frutales más comunes en patios y jardines, pero también uno de los primeros en mostrar signos visibles cuando algo no está bien. Entre las señales más frecuentes está el arrugamiento de las hojas, un síntoma que muchos pasan por alto, pero que puede revelar problemas importantes en la planta.
Además del arrugamiento, pueden presentar otros síntomas negativos, como el hecho de que las hojas del naranjo se pongan amarillas o la posibilidad de que caigan prematuramente con deformaciones.
Qué significa que las hojas del naranjo estén arrugadas
Si notas que las hojas de tu naranjo están arrugadas, podría ser señal de que la planta está bajo estrés, posiblemente debido a una plaga que succionan la savia y debilitan las hojas.
Entre ello se puede deber a un ataque de pulgones, siendo uno de los principales responsables del arrugamiento. Estos pequeños insectos se alimentan de la savia de las hojas jóvenes, lo que provoca deformaciones, enrollamientos y un aspecto arrugado.
Otra razón es el estrés hídrico, tanto por riego insuficiente como excesivo y eso puede causar hojas dobladas o arrugadas. Si es poca agua, la planta se deshidrata y retrae las hojas para conservar humedad. En cambio, si es mucha agua, las raíces se asfixian y no pueden absorber nutrientes correctamente.
Además, las deficiencias de calcio, magnesio y nitrógeno puede reflejarse en hojas deformadas, crecimiento lento y coloración pálida o amarillenta. Así como también enfermedades como el virus de la tristeza de los cítricos (CTV) o infecciones fúngicas.
Cómo solucionar el problema
Para solucionar las hojas secas en tu naranjo, es muy importante identificar lo que está provocando esto y tomar cartas en el asunto. La poda siempre será una buena opción, pero lo mejor para cada caso será revisa si hay pulgones y actuar rápido.
Regar solo cuando la tierra esté seca en los primeros 3–5 cm es otra opción, al igual que usar un fertilizante para cítricos con micro y macronutrientes, especialmente magnesio y nitrógeno. Aplicarlo al inicio de la primavera y repetir en verano suele ser suficiente para terminar con cualquier problema.
Si hay ola de calor como está pronosticado para este verano, aporta sombra durante las horas fuertes. En invierno, si hay riesgo de heladas, cubrí el árbol con manta térmica.
Si además del arrugamiento ves hojas moteadas, ramas secas o caída del follaje, podría tratarse de un virus o hongo. En ese caso, conviene consultar a un especialista o vivero.






