Las autoridades de Nueva York han dado un paso decisivo en la lucha contra los llamados "químicos eternos", iniciando el año con una prohibición que marca un precedente en la regulación de sustancias tóxicas en la industria textil estadounidense. Sigue leyendo para conocer más de esta medida.

Lo peligroso de los químicos

Los PFAS han sido utilizados desde la década de 1940 en la fabricación de ropa y otros productos de consumo debido a sus propiedades repelentes al agua y resistentes a las manchas. Sin embargo, su persistencia en el medio ambiente y sus efectos nocivos para la salud han encendido las alarmas. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), estos químicos están presentes en la sangre del 97% de los estadounidenses, una estadística alarmante que refleja su omnipresencia en el entorno.

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Los químicos no se deberían encontrar en prendas de ropa.

Los químicos no se deberían encontrar en prendas de ropa.

La exposición a estas sustancias ha sido vinculada con diversos problemas de salud, incluyendo ciertos tipos de cáncer, retrasos en el desarrollo infantil, problemas de fertilidad, alteraciones hormonales y aumento en los niveles de colesterol. Los PFAS más comunes, como el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el sulfonato de perfluorooctano (PFOS), han sido detectados en agua, aire, suelo y alimentos en todo el país.

Una eliminación total

La nueva legislación establece un cronograma progresivo para la eliminación de estos químicos. Desde el primer día de 2025, se prohíbe la venta de prendas nuevas que contengan PFAS como sustancia añadida intencionalmente. La medida se extenderá en 2028 para incluir específicamente la ropa de exterior diseñada para condiciones de humedad extrema.

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Nueva York tuvo que tomar esta medida por cuestiones de salud.

Nueva York tuvo que tomar esta medida por cuestiones de salud.

Kate Donovan, directora de Salud Ambiental del Noreste del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, reveló que el estado trabaja en ampliar estas restricciones a otros productos textiles no relacionados con la vestimenta, así como a productos para el hogar, cosméticos y artículos de higiene menstrual. Las infracciones a la nueva ley pueden resultar en multas de hasta $1,000 por día de incumplimiento, aumentando a $2,500 para reincidentes.

Esta iniciativa representa un cambio significativo en la regulación de productos químicos en la industria textil y podría sentar un precedente para otros estados que buscan proteger la salud pública y el medio ambiente de los efectos nocivos de los PFAS.

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