El caldo en forma de polvo, sopa o cubo es uno de los condimentos más usados en la cocina. Sin embargo, los caldos comerciales que se compra en el supermercado en realidad tienen adictivos artificiales, alto contenido de sodio, entre otros. Por eso, una receta casera es la mejor forma de condimentar tus comidas.
Por lo general las personas buscan alimentarse de manera saludable y natural, en este sentido preparar tu propio caldo de pollo en polvo casero es una tendencia culinaria que combina sabor, practicidad y bienestar. Este sustituto del tradicional cubito o sobre industrial es ideal para sazonar todo tipo de comidas, desde sopas y guisos hasta arroces, pastas o salsas.
La receta de caldo de pollo casero sin conservantes
¿Quién no ha ido de pequeño a la casa de la abuela y la ha visto cocinando sopa de caldo? Muchos deben tener esos recuerdos, de las clásicas recetas. Pero la verdad es que el caldo no es solo ruco como sopa, sino que también puedes hacerlo en polvo o cubo.
El caldo de pollo es un polvo cocido con sal que se puede conservar en frascos.
El caldo de pollo en polvo natural se prepara con ingredientes sencillos y accesibles: pollo deshidratado, verduras, hierbas y sal marina. A diferencia de los productos comerciales, no contiene glutamato monosódico, colorantes ni conservantes artificiales, lo que lo convierte en una opción mucho más sana y con un sabor auténtico.
Los ingredientes son:
- 1 pechuga de pollo cocida y desmenuzada
- 2 zanahorias
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 rama de apio
- Perejil seco o fresco
- Sal marina (al gusto)
- Pimienta, cúrcuma o hierbas secas (opcional)
El paso a paso no es dificultoso. Primero cocina el pollo y las verduras al vapor o hervidas hasta que estén tiernas. Luego, colócalas en una bandeja y llévalas al horno a temperatura baja (90-100 °C) durante unas 3 horas, o hasta que estén completamente secas. También puedes usar un deshidratador si tienes uno.
Esta receta casera es saludable y podrás tenerlo a mano siempre que lo necesites.
Una vez fríos, tritura los ingredientes en una licuadora o procesadora hasta lograr una textura fina y homogénea. Por último, conserva el polvo resultante en un frasco de vidrio hermético en un lugar seco y fresco. Dura hasta 6 meses sin perder sabor.
Podés usar una cucharadita de caldo en la mayoría de tus recetas, sobre todo en sopas, guisos o purés, arroz, fideos o risottos, salsas o rellenos e incluso en vegetales salteados. El resultado será un sabor profundo y natural, sin necesidad de recurrir a productos ultraprocesados.
Beneficios de hacer caldo casero
- Es un caldo 100% natural: sin químicos ni conservantes.
- Es económico: aprovechas verduras y pollo que tengas en casa.
- Tiene un sabor real: al ser casero, podés ajustar el nivel de sal y condimentos a tu gusto.
- Es una receta sustentable: reducís el uso de envases plásticos y empaques industriales.






