El viento silba como flauta y el agua corre por canales tallados en granito. Se trata de un pueblo que no figura en GPS comunes. Es el refugio para quienes buscan ríos que saltan entre rocas, cóndores que planean a 2.200 metros de altura y fogones de carbón vegetal.
Este pueblo es un destino de granito y viento en Córdoba. Sus ríos escondidos, cóndores mudos y quesos de tambo lo convierten en el lugar para caminar sobre lajas, contar aves en silencio y dormir con el rumor del agua bajo la cama como única canción de cuna.
El pueblo que está en medio de una pampa cordobesa.
El pueblo de Córdoba con ríos subterráneos
Se trata de Pampas de Achala, con sólo 40 habitantes fijos, que está ubicado a 120 kilómetros al oeste de Córdoba capital. El camino es la Ruta Provincial 34 hasta El Cóndor, luego 20 kilómetros de ripio que trepan por laderas de paja brava.
El núcleo del pueblo es un cruce: refugio de montaña, capilla de lata, tambo artesanal y un teléfono satelital en la pared. Las casas son de piedra apilada con techos de pizarra, la luz es solar y el agua nace en vertientes a 100 metros. El centro de gravedad es el río subterráneo donde el agua desaparece bajo bloques de granito y reaparece 300 metros más abajo en cascadas. Se recorre en 25 minutos por un sendero. Abajo hay ollas naturales para meter los pies y escuchar el eco del agua.
El pueblo tiene una reserva natural declarada.
Para moverse sin mapa dentro del pueblo, hay cuatro líneas claras: una de 20 minutos al Mirador del Champaquí, con vista al cerro más alto de Córdoba. Otra de 50 minutos al Valle de los Cóndores, donde se cuentan hasta 12 aves en un solo giro. Una tercera de una hora y media al Tambo Los Nonos, donde se ordeña a mano y se prueba queso fresco con miel de ulmo. Y una cuarta de 2 horas al Arroyo del Durazno, con pozones para chapuzón. Los caballos criollos se alquilan por media jornada.
La mesa es de tambo y horno: queso de cabra tierno con pan de campo, guiso de mondongo con porotos pallares y pastel de papa en sartén de hierro. El refugio del pueblo sirve almuerzo a las 13 y cena a las 19 con vino de la zona en jarrito de aluminio; el postre es flan de dulce de leche batido a mano.






