Tener un árbol en el jardín resulta siempre algo agradable, además de que tiene múltiples beneficios. Aportan un toque de naturaleza a lugares que de otro modo se verían grises, proporcionan un rincón con sombra para pasar los calurosos días de verano, y algunos incluso desprenden un delicioso perfume fresco.
Un ejemplo perfecto es el alcanforero o Cinnamomum camphor. Se trata de un árbol que ha conquistado millones de jardines gracias a su rápido crecimiento, su denso follaje, que ofrece una sombra generosa y refrescante durante los meses de calor.
Sin embargo, lo que realmente distingue al alcanfor es el aroma que desprende, un perfume inconfundible y potente. Cuando sus hojas se frotan, o incluso cuando el viento las agita, liberan un olor intenso, penetrante, limpio y ligeramente medicinal. Este aroma único se debe a la alta concentración de aceites esenciales volátiles que posee la planta.
Alcanforero es una planta resistente y de bajo mantenimiento. Imagen: Freepik.
Según los expertos de The Spruce, este árbol tiene una presencia imponente, ya que puede alcanzar hasta 20 metros de altura. Tiene un tronco robusto, con una corteza grisácea muy rugosa y una copa amplia, que a menudo presenta un color verde brillante. Es la combinación perfecta que deleita tanto a la vista como al olfato.
Cuidados del árbol de alcanfor
Picture This, revela que el alcanforero prospera en conficiones húmedas similares a su entorno subtropical nativo, ya que es originario de Asia. El riego es óptimo una vez por semana, asegurando que el suelo permanezca ligeramente húmedo. Lo ideal, es que el árbol tenga un acolchado verde de plantas, vegetación o césped en la base, para retener la humedad del suelo y reducir la necesidad de riego.
En lo que respecta a las necesidades de luz solar, lo ideal es cultivar el alcanfor en un jardín donde reciba pleno sol, para un crecimiento óptimo y vigoroso. Una luz insuficiente puede ralentizar el crecimiento y llevar a un follaje menos denso. Sin embargo, como es una planta que se adapta, puede tolerar diferentes escenarios de luz.
Este árbol ayuda a aportar un toque de naturaleza al jardín. Imagen: Freepik.
Para prevenir enfermedades en este árbol es importante realizar una poda estratégica. Las técnicas clave incluyen la eliminación de ramas muertas o débiles para mejorar la circulación de aire, y dar forma al dosel para mantener una estructura equilibrada. La poda es mejor realizarla de principios a finales del invierno, cuando la planta está en reposo.






