Aunque el limonero y el naranjo son dos de los árboles que han ganado prestigio al momento de seleccionar un ejemplar para cuidar en maceta, no es la única especie idónea. Es que existen otras plantas que demandan menos cuidados de jardinería, aportan más belleza y, además, liberan un aroma cautivador.
El limonero dejará de ser la planta predilecta para tener en maceta.
Cuál es el árbol con flores que crece en maceta y no exige cuidados de jardinería
Hoy, los árboles en maceta se han convertido en elementos de diseño que dotan de elegancia y vida a balcones, patios e incluso rincones interiores. Entre las plantas que podemos sembrar en recipientes, además del limonero y el naranjo, se destaca la gardenia o jazmín del cabo.
Aunque técnicamente es un arbusto perenne, la gardenia puede ser moldeada mediante una poda estratégica y cuidadosa para adquirir el porte de un pequeño árbol, ideal para quienes sueñan con una pieza ornamental de gran impacto sin disponer de un jardín.
La gardenia crece a la perfección en maceta.
Este ejemplar logra mantener un tamaño compacto y un crecimiento controlado dentro de una maceta, aportando así a la decoración del hogar. Sus hojas son de un verde profundo, oscuro y brillante que ofrecen un contraste sofisticado con sus flores de pétalos blancos y gruesos, conocidos por su fragancia inconfundible y cautivadora.
Respecto a los cuidados básicos, la gardenia es una planta que no tiene muchas exigencias de jardinería, en comparación con el limonero o el naranjo. Por ejemplo, si se encuentra en el interior, necesitará de luz indirecta abundante, por lo que tendremos que ubicar la maceta en un lugar cerca a la ventana; mientras que, si está en el exterior, tendrá que posicionarse en un rincón, protegida del viento.
Jardinería: este arbusto perenne llega para destronar al limonero y al naranjo.
Además, otro punto a considerar es que el sustrato debe mantenerse siempre ligeramente húmedo, nunca encharcado. El exceso de agua es el principal enemigo, ya que provoca la caída de hojas y flores.
Finalmente, el único cuidado que jamás debemos olvidar es la humedad ambiental que requiere este árbol floral. Las gardenias prosperan en ambientes templados y húmedos, por lo que, si el aire del hogar es seco, se aconseja pulverizar sus hojas con agua.