Con el paso del tiempo, las mascarillas caseras han ganado cada vez más popularidad en el mundo de la belleza. Para cuidar y reparar la piel dañada, puedes acudir al uso de una famosa infusión que, mezclada con otros elementos, puede dar grandes resultados.
Ni aloe vera, ni manzanilla: la mascarilla casera que aporta colágeno y cuida tu piel
Con pocos ingredientes, puedes crear una mascarilla casera y beneficiosa para tu piel y tu rostro. ¿Cómo realizarla?
Se trata del té verde, que puede ser beneficioso para esta mascarilla por sus potentes antioxidantes y antiinflamatorios, que pueden proteger la piel de envejecimiento y del daño solar.
La mascarilla con té verde que aporta colágeno y cuida tu piel
Una mascarilla casera de té verde se puede hacer mezclando hojas de té verde (o té matcha) con otros ingredientes como miel, avena, bicarbonato de sodio o vinagre de manzana.
Con todos estos elementos combinados, puedes crear una sencilla preparación que, una vez aplicada en tu cara, puede darte una serie de beneficios para la piel.
En concreto, los pasos a seguir para preparar esta mascarilla son los siguientes:
- Prepara el té: vierte agua caliente sobre una bolsita de té o una cucharada de té verde y deja que infusione durante 3-5 minutos.
- Enfría y mezcla: deja que el té se enfríe por completo. Luego, mézclalo en un tazón con los ingredientes elegidos (como 2 cucharadas de miel y 1 cucharada de las hojas de té) hasta obtener una pasta homogénea.
- Aplica la mascarilla: con el rostro limpio, aplica la mezcla de manera uniforme, evitando el área de los ojos.
- Deja actuar y retira: deja la mascarilla actuar entre 10 y 15 minutos.
- Enjuaga: aclara con agua tibia y seca suavemente el rostro.
Antes de usar esta mascarilla, siempre es recomendable realizar una pequeña prueba en una zona de la piel para descartar cualquier tipo de alergia o problema.
Los beneficios de esta mascarilla
- Calma la piel irritada, reduciendo enrojecimiento, quemaduras solares y afecciones como la psoriasis o rosácea.
- Ayuda a combatir el acné y los brotes al destapar los poros y eliminar bacterias.
- Mejora la textura de la piel, aportando hidratación y un brillo natural.
- Regula el exceso de sebo, ideal para pieles grasas o propensas a la grasa.
- Protege contra la radiación UV, aunque no reemplaza el protector solar.
- Combate los radicales libres que causan envejecimiento, reduciendo arrugas y líneas de expresión.






