Jardinería

Mejor que la lavanda: la planta de flores coloridas que crece hasta 3 metros y no exige cuidados de jardinería

Esta planta no solo se destaca por la belleza de sus flores, sino también porque tiene una demanda sencilla en lo que concierne a sus cuidados de jardinería

Si de plantas florales hablamos, la lavanda es una de las más codiciadas por su poder ornamental y su exquisito aroma. Sin embargo, existen ejemplares más resistentes, los cuales demandan pocos cuidados de jardinería y ofrecen flores elegantes de una amplia gama cromática. A continuación, te mencionaré una ignota especie que, luego de conocer sus cualidades, vas a querer tenerla en el jardín.

Jardinería: cuál es la hermosa planta de fácil cuidado que reemplazará a la lavanda en tu jardín

Más allá de las características que convierten a la lavanda en una planta galardonada, especialistas sugieren otra alternativa: la clemátide. Este ejemplar trepador ofrece una belleza superior con un nivel de cuidado sorprendentemente bajo, demostrando que no siempre se necesita un gran esfuerzo para lograr resultados magníficos en la jardinería.

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La lavanda dejará de ser la estrella de tu jardín.

La lavanda dejará de ser la estrella de tu jardín.

Según detallan expertos en el tema, el principal atractivo de la clemátide reside en su floración. A diferencia de las pequeñas y discretas espigas de la lavanda, las flores de dicho ejemplar son grandes, a menudo con forma de estrella o campana, y están disponibles en una impresionante variedad de colores que incluyen el blanco, el morado, el rosa, el azul y versiones bicolores.

Esta explosión de color la convierte en una pieza central inigualable en cualquier jardín. Su floración, que ocurre principalmente entre la primavera y el verano, transforma muros, pérgolas y vallas en verdaderas obras de arte, algo que la lavanda, con su estética más sobria, no puede replicar. Además, la clemátide puede alcanzar, dependiendo su especie, hasta los 3 metros de altura.

clemátide

En lo que respecta a los cuidados de jardinería, esta planta resistente tiene necesidades sencillas. Los expertos revelan que la regla de oro es mantener sus raíces frescas y a la sombra, mientras que la parte superior del ejemplar debe recibir luz solar directa. Su riego debe ser moderado y solo exige una poda ligera tras la floración, lo que le permite mantener su forma.

Por el contrario, aunque la lavanda es robusta, puede requerir un manejo más específico, especialmente en lo que respecta a la poda para mantener su forma compacta y estimular una floración densa. Además, es cierto también que esta planta florece mucho menos en comparación con la clemátide.

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