Milanesa napolitana: la receta del error que se volvió clásico
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La milanesa napolitana nació por error. Fue en la década del 50, en Buenos Aires, cuando en el restaurante El Nápoli al cocinero se le pasó una milanesa.
La milanesa napolitana no nació en Italia, sino en la ciudad de Buenos Aires, alrededor de la década de 1950.
Se dice que en un restaurante ubicado en la calle Bouchard, llamado “Nápoli”, un cocinero quemó una milanesa al freírla. Para arreglar el error, la cubrió con salsa de tomate, jamón y queso, y la gratinó al horno.
El resultado fue tan exitoso que la preparación quedó en la carta y adquirió el nombre de "Milanesa a la Napolitana".
Esta receta es amada porque es una versión divertida y sabrosa de la milanesa tradicional. La combinación de tomate, jamón y queso la hace irresistible y es uno de los platos más pedidos en bodegones y restaurantes de toda la Argentina.
Fugazzeta: la pizza Argentina por excelencia
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La fugazzeta, por su parte, nació en el barrio de La Boca, en 1932, gracias a la familia Banchero.
La fugazzeta es otra creación con sello argentino que sigue ganando adeptos alrededor del mundo.
Nació en Buenos Aires alrededor de la década de 1932 en la pizzería Banchero, ubicada en el barrio de La Boca. El plato es una versión de pizza napolitana que traían de sus orígenes y de la focaccia (pan con cebolla) pero con un ingrediente clave: el queso.
El resultado es una pizza de masa gruesa, rellena de mozzarella y coronada con abundante cebolla. Es una versión porteña de la pizza, única en su género, su abundancia de queso y cebolla la hace ideal para compartir, convirtiéndose en un símbolo de la cultura gastronómica de la ciudad.
Ambas se tratan de dos recetas que nacieron de la necesidad, la creatividad y la tradición, para convertirse en clásicos nacionales que perdurarán para siempre.