El aceite de oliva, ha sido apreciado durante siglos no solo por sus innumerables beneficios para la salud. En los últimos años, una práctica que ha ganado popularidad es la de tomar aceite de oliva en ayunas.
Empezar el día con una cucharada de aceite de oliva virgen extra puede parecer inusual para algunos, pero para otros, es un ritual de bienestar. Esta práctica se basa en la idea de que, al consumir el aceite de oliva en ayunas, el cuerpo lo absorbe mejor, aprovechando al máximo sus propiedades nutricionales.
En cuanto a la forma de consumo, se puede tomar el aceite de oliva puro, aunque algunos expertos recomiendan mezclarlo con un poco de limón o diluirlo en un vaso de agua tibia para potenciar sus efectos.
El aceite de oliva virgen extra puede ser beneficioso para la función reproductiva masculina y la fertilidad, debido a su efecto antiinflamatorio en los órganos reproductores.
El aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados y polifenoles, conocidos por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Al tomarlo en ayunas, se cree que estos compuestos actúan de forma más directa en el organismo, protegiendo el sistema digestivo, favoreciendo la desintoxicación y estimulando el metabolismo.
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Aceite de oliva. Es considerado un superalimento y consumirlo en ayunas aporta buenos beneficios.
El aceite de oliva en ayunas mejora la digestión y ayuda a lubricar el tracto digestivo, facilitando el tránsito intestinal y previniendo el estreñimiento. También tiene un efecto desintoxicante, cuando se lo consume en ayunas, ayuda al hígado y la vesícula biliar a eliminar toxinas de manera más eficiente.
Gracias a su alto contenido en grasas saludables, tomar aceite de oliva en ayunas puede ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol “malo”) y aumentar el colesterol HDL (colesterol “bueno”), promoviendo la salud del corazón.
El aceite de oliva tiene efectos antiinflamatorios, los polifenoles presentes en el aceite de oliva virgen extra combaten la inflamación, lo que puede ser beneficioso para personas con problemas articulares o enfermedades crónicas.
A diferencia del azúcar o los carbohidratos refinados, el aceite de oliva proporciona una fuente de energía estable y duradera.
Incorporar el aceite de oliva en ayudas a tu rutina diaria puede ser un pequeño gesto con grandes beneficios para la salud. Desde mejorar la digestión hasta cuidar tu corazón, este oro líquido es un aliado natural que merece la pena tener en cuenta.
El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, debe ser parte de un conjunto de hábitos saludables, y no una solución milagrosa.
Fuente: almazaralaorganic.com