Hábitos para reconocer a un adicto del celular
La adicción al celular se conoce como nomofobia, y se refiere a un patrón de comportamiento compulsivo y problemático en relación con el uso excesivo y descontrolado del teléfono. Ante esto, los hábitos principales son los siguientes:
- Uso excesivo: la mayor parte del tiempo la persona usa el teléfono celular, incluso en situaciones perjudiciales e inapropiadas.
- Incapacidad de control: a pesar de los intentos por limitar o controlar el tiempo dedicado al teléfono móvil, la persona con adicción al móvil no consigue hacerlo, lo cual resulta frustrante.
- Priorización del teléfono por encima de otras actividades: la persona con esta adicción prefiere pasar tiempo con el dispositivo, en lugar de participar en actividades sociales, familiares, académicas o laborales.
- Necesidad de estar conectado: una persona adicta al teléfono se siente ansiosa o inquieta cuando no puede acceder a él.
- Ignorancia de las responsabilidades: la persona descuida sus responsabilidades, como tareas domésticas, trabajo, estudios u obligaciones familiares.
- Aislamiento social: la persona adicta al móvil muestra una disminución en la participación en actividades sociales o interacciones presenciales.
- Problemas de sueño: ya sea por estar absorto y disminuir las horas de sueño, o por la interrupción del sueño debido a notificaciones y alertas.
- Cambios de humor: la persona experimenta cambios de humor, irritabilidad, ansiedad o angustia cuando se le impide usar o acceder al teléfono móvil.
- Negación del problema: la persona niega o minimiza los efectos negativos del uso excesivo del teléfono móvil en su vida.
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Consecuencias del uso excesivo del teléfono
Como es de esperarse, la adicción al teléfono celular puede traer graves consecuencias en la vida de una persona:
- Aislamiento social y desconexión con las relaciones sociales.
- Dificultades académicas o laborales por bajo rendimiento.
- Problemas de sueño, fatiga y somnolencia diurna.
- Impacto en la salud física, como dolor de cuello, de hombros, fatiga visual.
- Riesgos de accidentes por distracciones con el móvil.
- Problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y el estrés, así como bajo estado del ánimo, de la autoestima y de la calidad de vida en general.