El turismo gastronómico es una excelente opción que suelen utilizar varios visitantes, especialmente en Argentina. En Buenos Aires, los bodegones son la estrella en este rubro, pero hay algunos que sin lugar a dudas merecen ser visitados. Este es el caso ideal porque ofrece una tabla de fiambres que no es económica pero vale la pena pagar por ella.

Este bodegón está ubicado dentro del corazón de Buenos Aires, donde sus dueños aseguran que son los reyes de esta tabla que trae fiambres y otras cosas. Y los cientos de turistas que pasan por sus mesas durante el año ratifican esta versión por lo que sólo será cuestión de visitarlo para ratificarla.

bodegón El Octavo
El bodegón que se destaca por sus picadas.

El bodegón que se destaca por sus picadas.

El bodegón que ofrece una gran tabla de picada

El nombre del bodegón en cuestión es bastante concreto ya que lo han denominado como El Octavo. En este mítico lugar donde la Gran Tabla Octavo es la estrella, por lo que se convierte en el punto ideal para reunirse en familia y comer algo tremendo durante cualquier época del año que una persona visite Buenos Aires

Los precios son lo más llamativo de este bodegón. Por una suma de $39.900 se puede conseguir esta tabla de picada de fiembres que tiene varios sabores. Entre ellos se destaca jamón crudo nacional, salame chacarero, chorizo candelario, fuet, ajos asados, longaniza, lomito ahumado, bondiola serrana, brie, fontina, sardo, queso azul, boconccinos, aceitunas verdes y negras.

bodegón El Octavo 2
El bodegón que se destaca por sus picadas.

El bodegón que se destaca por sus picadas.

El Octavo ofrece también varias opciones de platos. El menú del clásico bodegón porteño incluye una variedad complementa la experiencia culinaria. Entre los destacados se encuentran algunas variedades de sándwiches fríos y calientes, hamburguesas, empanadas al horno de leña, milanesas, pastas y pizzas a la piedra

El bodegón está ubicado sobre calle Bulnes al 1.408, dentro del turístico barrio de Palermo donde todavía se conserva una atmósfera nocturna que invita a comer y beber a sus visitantes. Y sobre todo, no es un lugar de difícil acceso al estar prácticamente en el centro de las barriadas de Buenos Aires.