Además de aliviar el cansancio y la hinchazón, este baño proporciona una mejora de la circulación, ya que alivia la tensión muscular y activa el correr de la sangre en los pies.
La textura granulada de la sal actúa como un exfoliante suave, eliminando células muertas y dejando la piel más suave. Por otro lado, sus propiedades antisépticas ayudan a prevenir hongos y bacterias.
Como si todo esto fuera poco, hay que decir que la combinación de agua tibia y sal induce un estado de relajación, ayudando a conciliar un sueño más profundo y reparador.
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La sal marina puede aportar diferentes beneficios para tus pies.
Ya lo sabes, si quieres llevar el lavado de tus pies a otro nivel, y gozar de grandes beneficios, será mejor que utilices la sal marina como elemento protagonista.
Paso a paso: cómo realizar un lavado de pies con sal marina
- Prepara el agua:Llena un recipiente lo suficientemente grande para tus pies con agua tibia.
- Añade la sal:Agrega una taza de sal marina al agua tibia y mezcla hasta que se disuelva.
- Sumerge los pies:Sumerge los pies en la mezcla durante 15 a 20 minutos, o hasta que el agua se enfríe.
- Enjuaga y seca:Enjuaga tus pies y sécalos muy bien, prestando atención a los espacios entre los dedos para evitar la humedad.
- Hidrata:Aplica una crema hidratante para mantener la piel suave y protegida.