Por otro lado, la palabra infringir significa violar una ley, norma o regla. Aquí no hablamos de un daño físico necesariamente, sino de romper un marco legal o establecido. Un conductor que excede el límite de velocidad no está infligiendo nada a alguien, sino que infringe la ley. Si decimos “El conductor infligió la ley”, estamos usando mal la palabra: la RAE nos corregiría. Lo correcto sería “infringió la ley de tránsito”.
RAE
La Real Academia Española es la institución encargada de regular y promover el buen uso del idioma español. Fundada en 1713, su misión principal es fomentar la unidad y coherencia lingüística en todos los países hispanohablantes.
RAE: ¿Por qué es importante diferenciar estas palabras?
Conocer esta distinción no es solo cuestión de gramática, sino de claridad al comunicar. Cuando escribimos un texto formal, un artículo, o incluso una publicación en redes sociales, usar la palabra correcta refleja cuidado, respeto por el idioma y credibilidad. Imagina leer un titular que diga: “El estudiante infligió la normativa escolar”. Suena raro y confunde. Pero “El estudiante infringió la normativa escolar” transmite exactamente lo que queremos decir.
Aunque infligir e infringir puedan parecer intercambiables, la RAE nos recuerda que no lo son. Cada verbo tiene su campo de acción: uno para el daño directo, otro para la violación de reglas. Aprender estas diferencias nos permite escribir con más precisión y comprender mejor lo que leemos. No es solo un detalle, es un pequeño ejercicio de respeto por el idioma, y también una forma de evitar malentendidos que, aunque parezcan mínimos, marcan la diferencia.