Sigmund Freud, médico neurólogo nacido en 1856 en Freiberg, Austria (actual República Checa), es reconocido como el fundador del psicoanálisis. Esta disciplina revolucionó la comprensión de la mente humana al introducir preguntas y conceptos como el inconsciente, la represión y los mecanismos de defensa.

Sigmund Freud propuso que muchos de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están influenciados por procesos mentales fuera de nuestra consciencia. Su obra más influyente incluye textos como La interpretación de los sueños (1900), donde presentó su teoría de que los sueños son expresiones del inconsciente. Entre sus aportes más destacables se encuentra una pregunta que se convirtió en el eje de su método terapéutico: “¿Qué es lo que pasa por tu mente?”.

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La sencilla pregunta de Sigmund Freud: cambió la psicología

Si bien esta pregunta no aparece textual en sus textos representó una revolución en la práctica médica y psicológica de la época. A finales del siglo XIX, el enfoque predominante en la medicina trataba los trastornos psicológicos desde una perspectiva estrictamente biológica o moral, sin considerar la experiencia subjetiva del paciente. Freud, sin embargo, introdujo un enfoque más introspectivo al invitar a sus pacientes a hablar libremente sobre sus pensamientos y emociones.

Este método, conocido como asociación libre, marcó un cambio de paradigma. Permitió que los pacientes expresaran sin restricciones todo lo que venía a su mente, desde recuerdos hasta ideas aparentemente insignificantes. Freud observó que este flujo de pensamiento espontáneo revelaba patrones y conflictos ocultos en el inconsciente. De esta forma, se podía explorar el origen de síntomas psicológicos como la ansiedad o la histeria, los cuales muchas veces tenían raíces en traumas reprimidos o deseos conflictivos.

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El impacto de Sigmund Freud

Al establecer un espacio de escucha activa y no directiva, no solo ayudó a los pacientes a reflexionar sobre su vida interna, sino que también introdujo la idea de que el diálogo podía ser una herramienta terapéutica poderosa. Este enfoque influyó profundamente en las terapias psicológicas modernas, desde la psicoterapia dinámica hasta las técnicas centradas en el cliente. La sencillez y profundidad de esta pregunta sentaron las bases del psicoanálisis y subrayaron la importancia de explorar los pensamientos como camino hacia la comprensión y la sanación.

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