Las petunias son una opción hermosa para decorar el jardín. Son populares por su excepcional y largo periodo de floración, además de que son muy fáciles de mantener, así que las puede cuidar incluso un jardinero inexperto. En este artículo exploramos una planta que tiene flores muy parecidas a las petunias, pero es una alternativa diferente para renovar el jardín.
Esta planta es más resistente y presenta más flores que la petunia. Imagen: Pexels.
Las petunias, margaritas, lavandas y jazmines son algunas de las plantas más populares. Tanto para cultivar directamente en el sustrato del jardín, o para decorar una terraza o balcón. Sin embargo, existen miles de especies que puedes conseguir en un vivero para darle un toque verde diferente a tu hogar.
Ahí es donde aparece la calibrachoa, una preciosa planta que muchas veces se confunde con la petunia, pero que tiene sus propios secretos. A continuación, exploramos sus características y sus cuidados básicos.
La planta que transforma tu jardín en un oasis de color
Según los expertos de Ecología Verde, las calibrachoas pertenecen a la familia de las solanáceas y son originarias de América del Sur, donde destacan ejemplos como Calibrachoa elegans o Calibrachoa parviflora. Más allá de su origen, en la actualidad se encuentran en muchos jardines del mundo.
Si bien existen muchas especies, la más popular es la Calibrachoa x hybrida. Se caracteriza por sus flores de colores con pétalos unidos en forma de trompeta o campana. Tienen una floración extensa que comienza desde inicios de la primavera y dura hasta el otoño.
Las flores de la calibrachoa son similares a las petunias, pero son más pequeñas y abundantes. Además, la calibrachoa es mucho más resistente, tolera calores e incluso lluvias sin que sus flores se caigan.
Cuidados básicos
Esta planta se cultiva principalmente en exterior, ya sea en macetas colgantes, cestas o directamente en el sustrato del jardín, ya que necesita pleno sol para florecer. Soporta temperaturas muy altas e incluso las prefiere por sobre los climas templados. De hecho, necesita inviernos suaves, ya que de lo contrario puede morir.
Requiere suelos bien drenados y ricos en nutrientes para producir abundantes flores. Para ello, se prepara una mezcla hecha con partes iguales de turba y humus de lombriz, agregando un puñado de perlita . Esto ayuda a mejorar el drenaje y a aumentar la retención de agua para regar con menos frecuencia.
Por último, la calibrachoa necesita un riego regular. Se debe mantener el sustrato húmedo pero no encharcado para evitar la pudrición de raíces. Durante la primavera y el verano es probable que necesite riego diario. En invierno, se pueden espaciar los riegos, una vez por semana, o cuando el sustrato luzca seco.