La frontera más corta del planeta Tierra: un punto estratégico y crucial de 80 metros
La frontera más corta del planeta Tierra entre dos territorios soberanos se encuentra en el Peñón de Vélez de la Gomera, un pequeño territorio español ubicado en la costa norte de África, pegado al Reino de Marruecos. Esta frontera tiene apenas 80 metros de longitud, lo que la convierte en un caso único y extremadamente curioso a nivel mundial. Lo más sorprendente es que la frontera no siempre existió en la forma actual, ya que el Peñón de Vélez de la Gomera era originalmente una isla.
Antes de ser territorio español, el Peñón de Vélez de la Gomera era una pequeña isla utilizada por piratas como refugio y base para atacar barcos españoles. No fue hasta 1508 que Pedro Navarro, ingeniero militar y marino destacado por sus técnicas de asedio, lo conquistó al servicio de España. Durante más de medio siglo, el peñón cambió de manos y estuvo envuelto en conflictos hasta que en 1564 España recuperó el control definitivo, que mantiene hasta hoy.
Casi cuatro siglos después, un terremoto de magnitud 7.0 provocó un deslizamiento de tierra que formó un istmo de 85 metros, conectando el peñón con el continente africano y consolidando su posición geográfica actual. Así nació la frontera más corta del planeta Tierra, limitada a apenas 80 metros de arena, una línea casi surrealista que marca la separación entre los dos territorios.
Frontera mas corta del mundo
Este diminuto peñón (de unos 19.000 m² de tamaño), aun estando en el Mediterráneo occidental (en la costa norte de Marruecos), es gobernado por España, por lo que representa una frontera de tan solo 85 metros de largo con el país africano.
Por qué es importante este frontera
El Peñón de Vélez de la Gomera forma parte de los peñones españoles en el norte de África, conocidos también como las plazas de soberanía, que incluyen otros territorios como el Peñón de Alhucemas y las Islas Chafarinas. Estos territorios tienen un valor estratégico, histórico y militar, y su posesión ha sido motivo de disputas y negociaciones a lo largo de los siglos. Sin embargo, la peculiaridad de Vélez de la Gomera radica precisamente en la brevedad y singularidad de su frontera, que es prácticamente anecdótica en comparación con cualquier otra frontera terrestre del planeta Tierra.
A diferencia de otras fronteras extremadamente cortas o inusuales, esta no se trata de un enclave rodeado por otro país, ni de una frontera fluvial o dividida por un río. Su singularidad proviene de la combinación de geografía y eventos naturales que dieron lugar a un istmo, creando así una línea fronteriza que parece más un detalle geográfico que una frontera propiamente dicha.