Se sabe que la situación crítica de determinadas actividades no son solo a nivel local, ya la Organización Mundial del Turismo (OMT), calificó al 2020 como "el peor año de la historia del turismo", debido a que los destinos de todo el mundo recibieron mil millones de viajeros menos que el año anterior, con una caída del 74%.
Si bien Mendoza abrió el turismo interno en junio, la demanda no alcanza a cubrir las necesidades de un sector que principalmente apunta a la llegada de extranjeros. Esto ha llevado a que algunos aún no hayan abierto sus puertas por los altos costos. "Los más grandes, la mayoría está cerrado. También hay hoteles de dos estrellas a los que no les conviene abrir por el costo fijo de los servicios y salariales", indicó el representante de la cámara.
Desde el sector esperan que el programa provincial Sale Finde promueva la demanda turística para lo que resta de la temporada de verano ya que, a corto plazo, las posibilidades para la llegada de turismo internacional son casi nulas debido al rebrote de la pandemia en los países vecinos.
"La expectativa era que se abriera la frontera de Chile y se permitieran los vuelos a Brasil. Pensamos que podíamos tener dos o tres meses buenos después de un años muy malo pero esto no ocurrió", comentó Barbera y aseguró que la situación ya ha llegado al límite: "Me preocupa mucho la desesperación en la que está cayendo la gente. Hay algunos hoteles chicos, familiares que ya no cuentan con capacidad de créditos y las deudas no paran de acumularse. Si esto continúan así veo a futuro un cierre masivo. Es muy triste y preocupante".
Por otra parte, solo las ayudas del Estado a través de los ATP podrían proporcionar un salvavidas a las acotadas cuentas. "Esperamos que se respete la ley de incentivo al turismo y se continúe con este plan. Por todo el sector está trabajando por debajo del punto de equilibrio, es decir, acumulando deudas enormes", analizó Barbera.