Embed      

Toda actividad deportiva conlleva una constante superación -es su base- subiendo el grado de dificultad. Del montañismo tradicional se ha desprendido una rama, que ya siente cierto aburrimiento al lograr cumbres de modo ortodoxo, y se plantea nuevos desafíos, como el mountrailismo, modalidad que busca lograr cumbres en modalidad non-stop (sin parar), acortando los tiempos y aligerando dramáticamente el equipamiento. Un grupo de seis mendocinos logró este pasado fin de semana unir en 36 horas la base del cerro Arco (1.119m) hasta la cumbre del cerro El Plata (5.640m).

 Embed      

El mountrailismo es técnicamente la alianza de dos conceptos: trail running y montañismo, ascender cerros en modalidad alpina lo más rápido posible, con el menor equipamiento y con entrenamiento de running para mejorar los tiempos. Quien fue el ideólogo de esta expedición inusual, ya que atravesó dos cordones montañosos (precordillera y Cordón del Plata), fue Javier Lizardi, y quien preparó toda la estrategia y lo plasmó fue el profesor Sergio Furlán.

Ya se han realizado ascensos non stop por parte de este grupo, al Aconcagua y al Plata, pero desde la base de los propios cerros.

Te puede interesar: La ANSES confirmó una suma fija como aumento para los jubilados

El equipo que logró la hazaña estuvo integrado por: Laura Horta, de 51 años; Cony Martino, de 33; Juan Carlos Daza, de 37; Raúl De Gaspari, de 37; Javier Lizardi, de 45; y Ernesto Ferioli, de 42.

 Embed      

Precisamente, quien se autotitula "la más vieja del grupo", Laura Horta, contó la experiencia en primera persona y paso a paso de la travesía.

La travesía fue descrita así por ella: "Salimos el viernes a las 23.30 desde la base del cerro Arco. Allí ingresamos gracias a un permiso de Daniel Vila a su propiedad en San Isidro, pasamos la cascada, cruzamos a la Pampa de los Ñangos, y salimos al Perilago (parte norte del dique Potrerillos). Cruzamos por el Puente de Hierro hacia Potrerillos, donde hicimos cambio de calzado (6 del sábado) y nos esperaba el entrenador, sacándonos las zapatillas de trail o de montaña, y poniéndonos las de calle. Ahí nos asistieron con líquidos, algo de comida, y subimos por Potrerillos por toda la parte de cemento (ruta provincial 89) hasta Vallecitos".

¡Esto es imposible!

“Cuando me invitaron a hacerla dije: ¡esto es imposible! Yo he subido al Plata, he hecho cumbre en el Aconcagua, y hasta venía de correr una carrera de 200km (trail running) en Villa La Angostura, pero dije no voy a poder, soy mayor, tengo 51 años. Es una locura, demasiado", contó Horta, mamá de tres hijos (el mayor de 27 años) y decana de la Facultad de Educación de la Universidad Juan Agustín Maza.

"Ya hacer el Plata non stop es muy fuerte, y nosotros le sumamos todo el cruce de la precordillera", explicó Laura respecto al momento en que le propusieron realizar la travesía.

Respecto al grupo y la modalidad a seguir para la aventura, la deportista contó: "Pertenecemos a un grupo que se llama Mountrailismo, que es un formato de hacer montaña en forma liviana y rápida, y además limpia. Esto significa, sin excrementos, sin carpas, o sea sin acampar".

Luego agregó que "hay que ir muy liviano, muy entrenado de piernas, tenés que hacer lo que hacen otros en tres o cuatro días, porteando equipaje, con mulas, en el día. Sólo podemos hacer un intento de cumbre. Si se dan las condiciones, se hace, sino, no se hace. Hay que estar muy atentos a la parte climatológica, especialmente el viento", explicó Laura.

Respecto a la preparación que realizó Sergio Furlán, Horta destacó: "Empezó entrenándonos paulatinamente para subir muy rápido, en forma muy organizada, muy autónoma".

La clave de la modalidad del mountrailismo, según Laura es que "aquí juega la variable más importante, que es el MAM (Mal Agudo de Montaña), entonces tenés que subir muy rápido, para que tu cuerpo no 'lea' que está a 6.000m de altura (para un ascenso normal al Aconcagua se necesitan 16 días). Por eso no podemos quedarnos mucho tiempo en la cumbre, ni quedarnos a dormir ahí arriba, que sí sería dañino para el cuerpo".

 Embed      

Números claves de la hazaña

  • Cantidad de horas desde la salida hasta la cumbre: 36 horas
  • Cantidad total desde la salida hasta el descenso a Vallecitos: 46 horas
  • Desniveles: Positivo (+): 6.200m. Negativo (-) 4.000m. Acumulado: 10.200m
  • Distancia lineal: 105km 
  • Amplitud térmica durante la travesía: Temp. máxima: +40° C . Temp. mínina: -10° C.
 Embed      

El enemigo: el calor

"Pasamos uno de los momentos más duros, con un calor cercano a los 40° de temperatura. Ahí nos esperaban con seis colchonetas al lado del río, nos hicieron sacar las zapatillas y poner los pies en el río, lo que nos refrescó bastante. También nos dieron algunos masajitos en la espalda para descontracturar, y luego de eso, ya tomamos bastones porque venía la subida hasta los caracoles de Vallecitos, así suplementamos para no gastar tanta pierna. Nuevamente nos volvimos a poner las zapatillas de trail, ya que se nos acababa el pavimento. También cambiamos el ritmo, y ya caminamos y no trotando, tratando de guardar energía para trepar al Plata", detalló Horta.

 Embed      

Grata sorpresa en Vallecitos

En pleno ascenso, ya en el Cordón del Plata, la logística preparada por Furlán salió a relucir una vez más. "En el estacionamiento de Vallecitos nos llevamos una sorpresa, ya que nos estaban esperando un grupo de mujeres que entrena Sergio (Furlán), y se llama Caminar, que son mujeres que creían que no podían trotar, empezaron a salir a caminar, y  ya están trotando", contó Laura.

"Fue algo muy especial. Nos esperaron con frutas, quesos, huevo, papa hervida, líquidos, y hasta música nos pusieron. Tenían una bandera con el nombre de todos nosotros (los seis expedicionarios), y hasta reposeras habían traído", recordó agradecida a estas voluntariosas chicas iniciadas en el deporte.

"El entrenador nos dijo que sólo podíamos parar media hora, porque no nos podíamos dar el lujo de aflojar las piernas. Habíamos quedado de acuerdo en no volvernos locos (con el ritmo), pero sí o sí teníamos que hacer cumbre antes de las 2 de la tarde. Después las condiciones climáticas se ponen muy duras", terminando así el descanso, que debe ser corto, para que no bajen las pulsaciones demasiado.

Tras la salida de Vallecitos, la trepada se vuelve cada vez más exigente, y así lo recuerda Horta. "Subimos por la parte de Veguitas, Piedra Grande, y luego el Salto de Agua. Ahí estábamos a 4.000 y pico de metros y nos estaban esperando dos compañeros del equipo que se habían ido con carpas, con sopa caliente y fiambre y unas colchonetas por si alguien estaba contracturado, había un osteópata. A esa altura ya llevábamos unas 20 horas desde que salimos".

 Embed      

Profundo salto térmico

Ya encarando la subida del propio cerro El Plata, los seis expedicionarios se dirigieron al último puesto de aprovisionamiento. "En la Hoyada nos esperaban otros dos compañeros, donde íbamos a hacer el segundo campamento de altura. Previamente habíamos llevado agua, porque a esa altura no hay, y habíamos dejado toda la ropa de cumbre. Pasamos de sufrir un calor de 40° a ponernos mitones, camperas de pluma, pantalones dobles, y con las botas no sabíamos si ponernos las dobles –no había nieve- o usar calzado simple. Pero después cambió el tiempo y comenzó a nevar como a las 4 de la madrugada. Pensamos que era nieve arrastrada desde otros cerros por el viento, pero no, cayó nieve y se acumuló hasta diez centímetros".

Las condiciones, que parecían favorables para toda la marcha, cambiaron abruptamente, y la parada en La Hoyada, calculada para dos horas, se debió acortar a poco más de una hora, para que no se arruinara toda la expedición.

 Embed      

"De ahí encaramos la cumbre, nevaba mucho, y hacía una temperatura de -10° y yo me puse triple campera. Hicimos cumbre dos, primero, y uno tuvo que desistir por indicación del entrenador porque estaba con vómitos y los síntomas propios del Mal de Altura", contó la también ultramaratonista.

Ultramotivados tras el éxito

 Embed      

"Luego de la cumbre nos sentimos muy bien, pensábamos llegar de vuelta a La Hoyada como bolsas de desperdicio humano. Pero descansamos una hora y media y a las 8 de la noche ya estábamos en el estacionamiento de Vallecitos y de ahí directamente nos fuimos a dormir a nuestras casas. ¡Mi marido no lo podía creer!", confesó Laura.

Para cerrar su relato, Horta destacó el gran trabajo de entrenamiento previo, a cago de Sergio Furlán.

"El entrenamiento fue muy bueno, nos sentimos muy bien al terminar. Muchas veces se dice que no importa haber logrado una cumbre, sino cómo terminás la aventura. Cuando estaba desarmando la mochila encontré las Dorixinas (analgésicos), había llevado cinco, y no tomé ni una", concluyó la esforzada profesional, madre y deportista de aventura.

La primera cumbre de Juan Daza

 Embed      

Uno de los integrantes, Juan Carlos Daza, tuvo una experiencia especial, respecto al resto. Es que este técnico radiólogo comenzó hace menos de un año a hacer deporte, comenzó corriendo en la calle, y con esta expedición de mountrailismo logró su primera cumbre.

"El momento más dramático de la expedición fue para mí desde el estacionamiento (Vallecitos) para arriba. El problema era que me quedaba dormido. ¡Tres veces me quedé dormido caminando!", relató Daza, mendocino de 37 años.

"Esto fue porque me pegó la altura, más el cansancio acumulado, fue el momento más duro. Se pudo superar gracias al aliento de los otros chicos, empezamos con los geles energéticos, paracetamol para el dolor de cabeza", contó Juan, sobre lo importante del trabajo en equipo para superar obstáculos.

Cuando tuvieron en frente al Cordón del Plata, linealmente la mitad del recorrido, tras dejar atrás la precordillera, Pampa de los Ñangos y el embalse de Potrerillos, la meta les pareció muy lejana, y así lo cuenta Juan Carlos."Desde Potrerillos veíamos la cumbre muy arriba, y decíamos que estaba demasiado lejos, y que no íbamos a llegar. Pero la frutilla de todo, y después de tanto esfuerzo fue llegar a la cumbre", recordó emocionado.

Finalmente Daza sorprendió con su confesión, ya que muchos piensan que este logro es vedado para la gente común, y sólo apto para súper deportistas. "Esta es mi primera cumbre, comencé en esto hace poco, corriendo en la calle, menos de un año, me uní luego al grupo de Sergio Furlán, me enamoré de la montaña, y ahora quiero seguir; buscar nuevas travesías y ver hasta dónde podemos llegar", concluyó.

El sueño cumplido de Javier Lizardi

Javier Lizardi fue el ideólogo de esta expedición, y poder completarla con un triunfo fue algo sumamente especial para él. "Esta travesía fue especial para mí, porque me sentí bien toda la travesía. Tenía mucha ansiedad, fue algo muy deseado, y esto hizo que fuera diferente, y eso me motivó muchísimo", dijo Javier.

Respecto a si sintió algún momento de dudas sobre el trayecto, comentó: "En ningún momento sentí que no podía hacerlo, las energías y la ansiedad me acompañaron todo el tiempo y fue un sueño. Esto hace que el cuerpo trabaje distinto".

"La clave fue que mantuvimos la cabeza lejos del error o el cansancio, pero también del éxito. Fuimos kilómetro a kilómetro concentrados en lo que estábamos haciendo en el momento. La cumbre fue increíble. En el video se puede ver el abrazo que nos dimos con Laura, porque lograrlo fue algo soñado y muy esperado", completó el montañista experimentado.

Temas relacionados: