Casi 40 años en el Cuerpo Médico Forense

Gerardo Mazziotti: "Los cuerpos no hablan: hay que hacerlos hablar"

Gerardo Mazziotti es referente también en lo académico. Hoy en la actividad privada, habla de sus inicios, de la momia del Aconcagua y de la tragedia de la ruta 7

Gerardo Mazziotti trabajó en el Cuerpo Médico Forense de Mendoza durante 38 años. Ingresó como ayudante de laboratorio y en los comienzos lo pusieron a lavar tubos de ensayo. Cuando se retiró había ejercido largamente la dirección del organismo previa escala en categorías, funciones y responsabilidades distintas.

Hizo tantas autopsias a hombres, mujeres y niños que ya no recuerda cuándo vio el primer cadáver. "Creo que a los 26 años; era una víctima de accidente de tránsito", arriesga tras pulsear un momento con su memoria.

El médico especialista practicó, además, otras dos necropsias que jamás olvidará y que recuerda hasta en los mínimos detalles. A dos momias: la del cerro Aconcagua, hallada en 1985 por andinistas y bajada por una expedición en los ´90 y depositada en el Cricyt, y otra que fue traída desde el Nevado del Chuscha, Salta, pocos años más tarde.

El entrevistado recibe a Diario UNO en su casa de Ciudad, sirve café con galletitas y prende el primer cigarrillo.

- ¿Qué sintió el día de aquella primera autopsia en el Cuerpo Médico Forense?

- Nada nuevo porque ya habíamos trabajado con cadáveres en la facultad. Hoy ya no se puede. Los estudiantes de hoy estudian de modo virtual o con muñecos.

- ¿La medicina forense se aprende mejor con cadáveres?

- Yo creo que hay que meter las manos: ésa es la forma de aprender. Hay que interactuar con el cuerpo.

- ¿Es cierto que los cuerpos hablan como se dice?

- No, los cuerpos no hablan: a los cuerpos hay que hacerlos hablar.

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Gerardo Mazziotti.

Gerardo Mazziotti.

- ¿Cómo es eso?

- Hay que capacitarse, que es una de las tres conductas que sostengo hay que mantener a lo largo de la vida: hay que tener tiempo para capacitarse, para trabajar y para disfrutar.

Las caras de la muerte

En casi cuarenta años de carrera en el Forense Mazziotti ha visto distintas caras de la muerte. Pero el 7 de febrero de 2014 se topó con la más impactante de su carrera: la escena de la tragedia de la ruta 7, donde 17 personas murieron y otras 14 resultaron heridas por el choque de frente e incendio entre un colectivo de pasajeros y un camión brasilero a contramano, a la altura de San Martín.

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Despojos del colectivo de larga distancia chocado por el camión en contramano: murieron 16 pasajeros y 14 salieron heridos.

Despojos del colectivo de larga distancia chocado por el camión en contramano: murieron 16 pasajeros y 14 salieron heridos.

- ¿Qué recuerda?

- Que los cuerpos no estaban enteros; estaban carbonizados. Aquello fue espectáculo dantesco.

- ¿Cómo se trabajó?

- Cuando ocurrió el accidente yo estaba acá, en la ciudad de Mendoza. Cuando me avisaron fui a San Martín: estaban la Policía y la gente del Forense de San Martín rotulando los cuerpos, que después fueron traídos a la morgue para los exámenes de laboratorio y los cotejos de ADN para la identificación.

- ¿Había visto antes algo así?

- No. Sí había visto cuerpos carbonizados pero no en esa cantidad ni en la forma que quedaron. Eso era Camboya. Todo ese trabajo pudo hacerse gracias a los ayudantes, a los morgueros, a los médicos y peritos… Trabajamos rápido para darles respuesta rápida a los familiares.

- ¿Una autopsia puede definir el rumbo de una investigación ya sea para potenciarla o destruirla?

- Sí. Yo lo digo en mis clases y está en mi libro: cuando más precisiones hay, más cerca se está de la verdad. Y estas darán mas sustento a la parte jurídica. Más hoy, que nos basamos en la evidencia: un juez puede desestimar pruebas pero sería iluso querer negar un ADN o un examen de alcoholemia. Otro ejemplo: un orificio de proyectil de arma de fuego con ahumamiento, quemadura y tatuaje significa que el disparo fue hecho a corta distancia.

"La muerte es aleatoria"

Mazziotti ha convivido durante años con la muerte ajena. Su vida no ha sido sencilla. De hecho tiene algunas marcas en su humanidad: tres stens, dos infartos y una cuerda vocal operada y está vivo. Algunas normas de vida lo acompañan: hay que tener actitud, enfatiza. Jamás hay que perder el buen humor, aconseja, a pesar de las crisis, de los problemas económicos y laborales y demás.

"Para la muerte no hay reglas, es aleatorio: hay gente que en accidentes importantes no sufre nada; otros, en accidentes menores, pierden la vida" "Para la muerte no hay reglas, es aleatorio: hay gente que en accidentes importantes no sufre nada; otros, en accidentes menores, pierden la vida"

Y hablando de accidentes importantes, Mazziotti evoca una experiencia propia de años atrás. Se toma el tiempo necesario para encender otro cigarrillo. Y cuenta.

- Me di vuelta con el auto a 170 kilómetros por hora en Patquía, llegando a La Rioja. Salí del auto, me sacudí la ropa y tomé un remís hacia un congreso adonde iba. Eso demuestra que para la muerte no hay reglas. Hay que vivir al máximo para trabajar, disfrutar. Cada cosa debe tener su espacio.

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- ¿Qué olor tiene la muerte?

- El olor de la morgue es muy particular: es a sangre. Y mire que se lavan el piso y las paredes pero el olor queda y es muy penetrante. ¿Les sirvo otro café?

Experto en momias de altura

El periodista y el fotógrafo aceptamos prolongar la conversación. Cuatro minutos después Mazziotti vuelve con la bandeja cargada. Y como quien sabe que porta un comentario interesantísimo cuenta que hace años es considerado "experto en momias de altura".

- ¿En momias? -pregunta Diario UNO.

- Sí, porque cuando uno ha trabajado sobre una momia ya es considerado un experto. Y yo trabajé sobre dos momias: la que bajaron del Aconcagua y otra que trajeron del Nevado del Chusco, en Salta, y que durante mucho tiempo había estado guardada en un freezer. La trajo el andinista Juan Schobinger.

- Háblenos de la momia del Techo de América...

- Llegamos a determinar que era un niño de unos 8 años, que había sido sacrificado. Trabajamos con arquéologos y expertos en textiles. Mi jefe, Carlos De Cicco, era un entuasista de la medicina forense. Recuerdo que la momia era un bloque de hielo que debíamos poner en un freezer porque los cadáveres que se descongelan entran en descomposición rápida, pero para estudiarla hubo que sacarle los envoltorios. Una experta en textiles vino de Chile para hacer su trabajo. Pero que no se descongelara le aplicamos calor con un secador de cabello y en 15 minutos la desvestimos y volvimos a congelar.

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La momia del Aconcagua durante la autopsia. Se supo que había muerto por fractura de cráneo.

La momia del Aconcagua durante la autopsia. Se supo que había muerto por fractura de cráneo.

- ¿Cómo había muerto aquel niño?

- Por la fractura de cráneo por un golpe en la cabeza. En EE.UU. se hizo la prueba de radiocarbono y se determinó que tenía 470 años de antigüedad.

- ¿Cómo era la momia?

- Ese niño tenía una bolsita con un par de alpargatas y unos porotos, porque ellos creían que eran como pajaritos que iban al más allá cuando morían. Los porotos germinaron en el Cricyt después de 470 años de congelamiento. Fue un mes de arduo trabajo pero dio grandes resultados.

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Un momento del trabajo del equipo del Cuerpo Médico Forense.

Un momento del trabajo del equipo del Cuerpo Médico Forense.

- ¿Y la momia de Salta?

- Años después, el arqueólogo Juan Schobinger trajo una momia que encontró en un escaparate, en Buenos Aires: la habían hallado en el Nevado del Chuscha. En todos lados quedó escrito que tenía 25 años pero cuando vi ciertas características óseas me di cuenta de que tenía aproximadamente 15 años porque había desaparecido el cartílago del crecimiento. Todo fue corroborado con estudios posteriores y radiografías. En la medicina forense lo importante son los detalles.

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Una publicación acerca de la momia incaica del Nevado del Chuscha.

Una publicación acerca de la momia incaica del Nevado del Chuscha.

- Se dice que las momias dan mala suerte. De hecho, se culpa a quienes bajaron la del Aconcagua por la escasez de agua, cada vez más grave en Mendoza.

- No creo ni pienso en eso, pero sí tengo profundo respeto por los que nos sirvieron para aprender: maestros, colaboradores, los cadáveres y esas momias. Hay que pensar que detrás de cada cuerpo hay una historia y una familia y eso debe respetarse.

Currículum

. Profesor Titular por concurso en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo

. Director de la carrera de Especialización en Medicina Legal de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo

. Profesor titular de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Mendoza

. Docente de la carrera de Especialización en Ciencias Penales de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Mendoza

. Ex Director del Cuerpo Médico Forense de Mendoza

. Evaluador de carreras de Grado y Posgrado de Coneau

. Autor de los siguientes libros: Manual Práctico de Medicina Forense (Ediciones Jurídicas Cuyo, 2006), Valoración del Daño Corporal (Ediciones Jurídicas Cuyo, 2009) y Atlas Comentado Medicina Forense con Eduardo Berte (Editorial Tribunales, 2021, en proceso de edición)

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