“Si bien nosotros teníamos un deseo muy grande y muy claro lo que iba a ser la paternidad, hoy te puedo decir que es más desafiante de lo que me imaginaba”, confiesa Damián Murcia. Todavía conmovido por lo que significa ser papá, asegura que nada se compara con escuchar a Gaspar decirle “te amo” o sentir sus brazos alrededor del cuello.

“Es lo mejor que me pudo haber pasado. Compartir una tarde de juegos, un paseo a la plaza, verlo sonreír... esas cosas son impagables”, agrega. Gaspar cumplió 3 años en julio y está “enorme”, como dice Damián entre risas. Junto a su esposo, Facundo Retamales, ambos celebran cada día este regalo de la vida que llegó mediante un vientre subrogado.

Gaspar y sus padres facundo y damian
Gaspar junto a sus papás: Facundo, a la izquierda, y Damián. "Es nuestra felicidad", dicen.

Gaspar junto a sus papás: Facundo, a la izquierda, y Damián. "Es nuestra felicidad", dicen.

No todo es color de rosa, Damián lo admite sin vueltas: “Tiene esos caprichos o berrinches que todos los niños muestran. Pero después te da esos momentos de amor que son fantásticos. Disfrutamos muchísimo el compartir el día a día”.

La llegada de Gaspar les enseñó mucho más que a cambiar pañales o armar rutinas. “Creo que el aprendizaje más grande es la capacidad de amor que uno tiene y que no la evalúa hasta que tiene un hijo. Eso fue fantástico”, asegura. También aprendieron paciencia, tolerancia y esa entrega absoluta que transforma la vida. “La felicidad está todo puesta en él. Es esa sensación de prolongación de uno mismo que te da un hijo”, reflexiona.

El vínculo con Mónica, la “tía Moni”, la mujer que lo llevó en el vientre

La historia de Gaspar no podría contarse sin Mónica, la mujer que llevó adelante el embarazo. Para Damián y Facundo, ella es mucho más que la gestante: se ha convertido en familia. “La relación con Mónica es fantástica, es brillante. Ella es como una tía. Nos vemos unas tres veces al año. Fuimos hace poco a Buenos Aires, nos juntamos a cenar con ella, su familia, sus hijos. A Gaspar lo adora como a un sobrino y para él es la ‘tía Moni’”.

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Gaspar ya sabe parte de la historia. Y a la mujer que lo llevó en el vientre le dice "Tía Moni".

Gaspar ya sabe parte de la historia. Y a la mujer que lo llevó en el vientre le dice "Tía Moni".

Aunque todavía el niño no pregunta demasiado, en casa se habla de ella con naturalidad y amor. “Hoy es su tía Moni, que fue la que le dio la oportunidad de crecer esos nueve meses que fue fundamental. Tenemos una relación como si fuese de la familia”, cuenta Damián.

Mirando hacia atrás, Damián recuerda que el camino que los llevó a Gaspar fue sorprendentemente sencillo: “Para nosotros fue un proceso muy simple, muy fácil, porque en ese entonces estaba vigente la resolución 122/20. Eso nos permitía la inscripción directamente con un consentimiento informado. Se inscribían por el deseo de paternar. Así que lo vivimos como muy tranquilo, corto, no fue agotador. Fue un proceso maravilloso”.

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Aquí junto a Facundo Retamales, su papá. "Su felicidad es nuestra prioridad", coinciden Damián y Facundo.

Aquí junto a Facundo Retamales, su papá. "Su felicidad es nuestra prioridad", coinciden Damián y Facundo.

Hoy, sin embargo, reconoce que el panorama en Argentina es más complejo. “Ahora hay que pedir autorización judicial previa. Tienen que buscar la gestante, con todos los estudios previos -psicológico, socioambiental, médico- y luego ir a un juez de familia. Si el juez autoriza, recién ahí se puede avanzar con el proceso”, explica.

Frente a este escenario, recomienda informarse y no perder de vista el deseo. “Si alguien tiene ese anhelo, tiene que buscar la manera. También se puede optar por el mismo proceso en países como Colombia, Guatemala o México. Lo ideal es que exista una ley nacional y no depender de que un juez te diga que sí o que no”, insiste.

El comienzo del sueño: tener un hijo

La historia comenzó en 2020, cuando Damián y Facundo, ya casados, empezaron a investigar la subrogación de vientre. En Mendoza no estaba regulada, pero encontraron un grupo de Facebook, “Subrogación Argentina”, que los orientó.

“Buscábamos cumplir un profundo anhelo, aunque la subrogación no era algo sencillo”, recordaba entonces Damián. “Ninguna mujer nos convencía, hasta que apareció Mónica, madre de seis hijos de Buenos Aires. Me propuso ser gestante. Noté un interés verdadero, me gustó, pero no me animaba a contarle a Facundo para no crear falsas expectativas”.

gaspar vientre subrogado
"Fue un proceso bastante rápido. Y finalmente se nos dio gracias a una mujer maravillosa", dijo Damián.

"Fue un proceso bastante rápido. Y finalmente se nos dio gracias a una mujer maravillosa", dijo Damián.

Mónica, peluquera de profesión, nunca había sido gestante antes. “Nos contó su vida, empezamos a soñar despiertos. Mandamos un correo a una clínica y nos explicaron los pasos. Después de los estudios médicos y psicológicos, supimos que era una buena mujer y nos quedamos tranquilos”, relata.

gaspar cumple con sus papas
Un cumpleaños soñado y rodeado de amor. Los tres años de Gaspar.

Un cumpleaños soñado y rodeado de amor. Los tres años de Gaspar.

En abril de 2021 se hizo la primera transferencia de embriones, sin éxito. Fue un golpe duro. “Era frustrante por la carga emotiva y teníamos temor de que se arrepintiera”, confiesa. Pero en octubre, la segunda transferencia prendió. Mónica llamó con el test en la mano y la voz quebrada de alegría: estaba embarazada.

Un embarazo compartido y dos papás felices

Durante todo el proceso, Mónica los mantuvo cerca, no solo en lo biológico, sino en lo afectivo. En sus redes sociales escribió textos que conmovieron a todos. “Mi cuerpo es su transporte; yo, su chofer. Mi misión es asegurarme de que el traslado se dé en condiciones”, compartió, refiriéndose a Gaspar como a un “pequeño pasajero” que ella llevaba “cerca del corazón”.

gaspar tres años
Tres años de amor puro. "Tiene sus caprichos y berrinches, como cualquier chico, pero la felicidad que nos da es indescriptible", reflexiona Damián.

Tres años de amor puro. "Tiene sus caprichos y berrinches, como cualquier chico, pero la felicidad que nos da es indescriptible", reflexiona Damián.

La relación fue tan estrecha que, cuando Damián y Facundo se casaron en febrero de 2022, Mónica fue invitada de honor junto a su familia. Ese día, con una bengala celeste, anunciaron que el bebé sería varón y se llamaría Gaspar.

El gran día: la llegada de Gaspar

El 20 de julio de 2022, Gaspar nació en Buenos Aires. Sano, perfecto, hermoso. Damián y Facundo estaban en la sala, emocionados hasta las lágrimas. “Gaspar llegó al mundo para cumplirnos un gran anhelo”, dijeron entonces.

Hoy, tres años después, lo recuerdan como el día más feliz de sus vidas. “El hecho de compartir, de disfrutar en familia, de verlo sonreír... todo eso compensa cualquier cansancio o desafío. Es fantástico”, resume Damián.

gaspar en la panza
Mónica estuvo en el casamiento de Damián y Facundo. Y allí se supo que llegaría Gaspar.

Mónica estuvo en el casamiento de Damián y Facundo. Y allí se supo que llegaría Gaspar.

Gaspar crece entre Mendoza y los viajes a Buenos Aires para visitar a la “tía Moni”. La familia vive con la certeza de que el amor que los une es más fuerte que cualquier prejuicio o dificultad.

Damián lo dice con claridad: “Todos los días buscamos el bienestar de él, su felicidad. Está todo puesto en él. Ser papá es increíble”.