Un rincón típico con un clima hogareño y distendido se convierte en la alternativa soñada para una cena sin prisas o una noche animada entre seres queridos. Lo que realmente distingue a este bodegón son sus precios amigables, que permiten a los clientes sumergirse en una propuesta gastronómica integral, con las comidas típicas como protagonistas, sin que el dinero sea un obstáculo. Este lugar no se limita a servir exquisiteces; eleva a categoría de culto un emblema nacional: las milanesas y las pastas.
En la inmensa oferta gastronómica de Buenos Aires, Bodegón Grado 33 aparece como un oasis para los que valoran lo auténtico sin gastar de más. En las afueras de la gran ciudad, en calle Julio Argentino Roca de Hurlingham, se revive la magia de las comidas clásicas en un salón que huele a tradición y calidez. La decoración austera pero afectuosa convierte cada mesa en un escenario para recuerdos imborrables.
Las milanesas son una especialidad en este bodegón.
Los precios de este bodegón
Frente a los precios inflados de la ciudad, este bodegón en las afueras demuestra que calidad y tradición pueden coexistir con tarifas sensatas. Hace pocos días, uno de los clientes fue a comer con otras 2 personas y pidió abundante comida, con guarniciones y bebida. Luego pagó y subió una foto del ticket para tener una referencia.
Según la foto que subió el cliente de Bodegón Grado 33, ese día pidieron una milanesa napolitana con papas fritas para 2 personas, además de una porción de ñoquis y también una botella de gaseosa grande. En total terminaron pagando una suma redonda de $50.000.
El ticket que difundió el cliente del bodegón.
No son las únicas ofertas que tiene este bodegón de Hurlingham, la variedad es amplia y siempre invita a compartir con otras personas. Los paquetes grupales aseguran que nadie se quede con ganas, manteniendo la cuenta en terreno amigo.
Bodegón Grado 33 se planta como un imprescindible en las afueras de Buenos Aires: autenticidad, sabores de siempre y precios justos se funden para crear instantes únicos. Si quieres descubrir la comida argentina en un ambiente que abraza y no vacía la billetera, aquí tienes tu parada obligada.






