Lluvia de peces, sí. Es verdad que parece algo fuera de lo común y que si nos referimos a lluvia, en realidad son gotas de agua que cae del cielo, pero en este país de América no ocurre tan así. Se trata de un fenómeno cuya explicación científica te dejará boquiabierto.
Latinoamérica es un crisol de culturas. Los 26 países que forman este concepto étnico-geográfico están plagados de lugares, poblaciones y fenómenos dignos de conocer. Hoy te contamos uno de ellos.
El único país de América donde llueven peces al menos una vez al año
En el continente americano, hay un país que esconde uno de los fenómenos naturales más curiosos y fascinantes del mundo. Se trata de Honduras, el único territorio donde, al menos una vez al año, se reporta la famosa “lluvia de peces”, un evento tan insólito que mezcla ciencia, tradición y misterio.
La lluvia de peces existe y ocurre en un país de América.
El fenómeno sucede principalmente en la ciudad de Yoro, ubicada en el norte de Honduras. Sus habitantes aseguran que cada año, generalmente entre mayo y julio, durante la temporada de lluvias intensas, comienzan a caer peces plateados del cielo después de tormentas especialmente fuertes y densas.
Por eso, lejos de sorprenderse, los pobladores celebran este extraño suceso porque pueden venderlos o alimentarse. Cada vez que “llueven” peces, las familias salen a las calles con baldes y recipientes para recogerlos. El evento es tan parte de la cultura local que incluso existe el Festival de la Lluvia de Peces, celebrado desde la década de 1950.
En Yoro, una pequeña ciudad al norte de Honduras, se produce este fenómeno llamado "Lluvia de peces".
Para muchos, este fenómeno también es considerado un milagro atribuido a San Isidro Labrador, santo patrono de los agricultores. La tradición sostiene que él habría intercedido para que la comunidad recibiera alimento en tiempos de necesidad.
La explicación más aceptada es la de los tornados o trombas marinas, que serían capaces de succionar peces de ríos cercanos para luego depositarlos a kilómetros de distancia, incluso sobre zonas urbanas.
En este sentido, Honduras guarda uno de los más desconcertantes y emblemáticos de América. La lluvia de peces continúa asombrando a quienes la viven y a quienes la estudian, porque realmente genera muchas preguntas. Sobre todo, porque estos peces, parecidos a sardinas, al caer están en perfecto estado ante el impacto, haciendo que una familia recolecte aproximadamente unos diez kilogramos de peces para luego vender.





