Y así como el jueves se había visto a los modelos -que abarcan desde 1927 a 1981- desfilar por los paisajes del piedemonte, ahora se los pudo encontrar atravesando la mañana de la Ciudad para admiración de vecinos y transeúntes.
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Imponente Jaguar Tipo E de 1962, conducido por Emiliano y León Grodzki.
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El Rally de las Bodegas: caminos de Mendoza que conectan con el mundo
La gran mayoría de las 88 tripulaciones que iniciaron la competición siguen activas. Cada auto tiene un piloto y un copiloto que deberán completar los circuitos siguiendo un criterio de "regularidad"; vale decir que lo importante no es ir rápido, sino llegar a las postas en el tiempo especificado.
Y más que rivalidad, hay un clima de afecto. Muchos de los equipos están compuestos por hermanos, padres e hijos, y también hay parejas y amigos.
Entre los que recorren por estos días los caminos del vino hay mendocinos pero también conductores de otras provincias e incluso muchos extranjeros. Por ahí andaba, por ejemplo, el estadounidense Steve Heim, que vive en Nueva York y aprovechó que está de vacaciones para darse el gusto y subirse a un Fiat 1500S OSCA Cabriolet de 1959.
"Cuando manejás estos vehículos sentís la energía de la gente que lo fabricó. No los hicieron robots ni máquinas, sino seres humanos reales como vos y yo. Un auto italiano es diferente de uno inglés o uno alemán, y uno conduce sintiendo esas fuerzas", poetizó.
"Y además vas por Mendoza. Es la primera vez que estoy acá y el paisaje es espectacular", remató.
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Steve Heim vive en Nueva York y aprovechó sus vacaciones para participar del Rally de las Bodegas.
En la zona de sellados del Dalvian llamaba la atención otro coche, un Lagonda de 1939. La dupla que lo conduce está compuesta por Jesús Diez y su esposa, María Soledad Medel García, empresarios del transpote chilenos y probablemente los coleccionistas más importantes del país trasandino.
Ese Lagonda es legendario. Corrió las 24 horas de Le Mans cuando acababa de salir de fábrica -era una pieza de avanzada para su época- y ahora sale "a pasear" muy de vez en cuando, para ocasiones especiales como este Rally de las Bodegas.
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El Lagonda de Jesús Diez y su esposa María Soledad Medel García. El vehículo corrió las 24 horas de Le Mans en 1939.
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Como buenos anfitriones, los mendocinos Ricardo Maradona y Marcelo De Blasis repartían alegría desde su Jaguar XK 140 de 1954. "Somos amigos. Nos conocimos en un grupo de la provincia que se llama Pasión Metálica, que justamente es para personas de diferentes edades que disfrutan de comer juntos y admirar estos modelos", relató Marcelo.
Ricardo completó: "Y mientras viajamos vamos conversando de mil cosas, además del placer de manejar estas máquinas. Son autos que te dan una radiografía muy precisa del lugar y el momento en el que se construyeron. Es como cruzar el tiempo".
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Camaradería. Desde su Jaguar, Ricardo Maradona y Marcelo De Blasis conversan con Alejandro Boverman, uno de los principales organizadores del Rally de las Bodegas.
"Y aparte, dado que nuestro Jaguar es descapotable, vas en contacto estrecho con la naturaleza. Tenés que pensar en el clima, tener en cuenta que puede llover; abrigarte. Cada madrugada vamos planificando la ropa adecuada para avanzar mientras charlamos de la vida y disfrutamos de la amistad", aportó De Blasis.
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Ricardo Maradona y Marcelo De Blasis, dos amigos mendocinos en la vida y en la ruta.
Otro día en el Rally de las Bodegas
Los autos fueron pasando, obtuvieron su sello en el Dalvian y cerca de las 9:30 ya se hallaban otra vez en camino.
Para este viernes se esperaba que, tras la disputa de la primera etapa propiamente dicha, se concrete en la Bodega Trapiche el Concurso de Elegancia 2023, pensado para galardonar a los mejores autos de la edición.
El cronograma incluye, asimismo, paradas en varios sitios icónicos de Mendoza, entre senderos que se internan por campos de vid y olivares.
Y el sábado, tras la finalización del segundo tramo, se llevará a cabo la entrega de premios. A modo de cierre habrá una cena en Park Hyatt Mendoza a beneficio de la Fundación CONIN.
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